Disney parece haber retomado el glorioso camino que le llevó a la excelencia cinematográfica (dentro y fuera del panorama destinado a la animación) allá por los años ’90, cuando todos nos enamoramos de cuentos como La Bella y la Bestia, Aladín o El Rey León.
Vaiana es un cuento que combina casi a la perfección los mejores recursos del cine de animación digital con la esencia clásica de aquellos cuentos que eran totalmente originales y vivos en si mismos. Es cierto que recuerda mucho (conscientemente) a su princesa étnica por excelencia Pocahontas, pero pese a eso es absolutamente novedosa, fresca y desafiante como muy pocas películas del género son capaces de crear.
En este título Disney vuelve a contar con John Musker y Ron Clements, creadores de la curiosa Tiana y el sapo, que aquí vuelven a realizar con maestría y soltura aquello que les hizo marcar la diferencia en su anterior film, el combinar en una misma cinta la creación de animación digital con la realizada a mano al estilo clásico. Cuando llega “De nada”, uno de los momentos musicales más memorables del film, interpretado en su versión original por un simpatiquísimo The Rock, ambos estilos de animación se fusionan y crean un escenario de color y sensaciones realmente bonitos y únicos, que manifiestan que esta Vaiana, no es una película cualquiera, es una película única.
Vaiana es la vibrante historia de una “princesa” de las islas de la Polinesia pacífica que desea explorar el mundo navegando por el océano. Ella es la hija única del importante jefe de una aldea que pertenece a una familia con varias generaciones de marinos, que tendrá que recurrir a sus más incontrolables ansias de conocimiento y aventuras para salvar su isla y a su gente de un mal inminente. Momento exacto en el que Disney sorprende recurriendo a su estructura habitual de narración para contar una historia que no para de sorprender gratamente momento a momento y giro a giro.
Aquí no hay princesas necesitadas de un héroe o de un valiente caballero que por amor y honor la salve, en esta historia la auténtica heroína es Vaina, una joven inquieta e intrépida. Esta cinta evidencia las claras intenciones de los estudios Disney por actualizarse e innovar en pro de un necesario (y probablemente tardío) camino hacia la igualdad y un feminismo real y autoconsciente, que no se basa en manidos arquetipos, sino en construir un personaje tan digno como necesario y admirable.
Una película que ojalá, haga que los niños de hoy día sientan que poco a poco todo está cambiando, y que en el mágico mundo de los cuentos hay lugar para (casi) todos nosotros sin distinción. Vaiana sigue la tradición de los últimos éxitos de los nuevos tiempos de Disney y va un paso más allá de lo que fue Tiana y el sapo, Enredados o incluso esa maravilla – que para mí siempre será – Frozen.
Su rigor cultural es acertado, su paleta de colores es increíble y su partitura y canciones son de lo más refrescante y agradable que se pueda ver en el mundo de la animación actual, además nos regala un nuevo temazo “How Far I’ll Go” (en español “Llegaré”), que está destinado a batir records en escuchas y a conseguir una merecida nominación al Oscar a mejor canción original.
Moana en el resto del mundo y por licencias comerciales Vaiana en nuestro país, es una película que tiene todo lo necesario para triunfar. Una deliciosa historia con una protagonista bella y fuerte al frente, una serie de personajes secundarios tan encantadores y entrañables como su abuela, un simpático cerdo vietnamita y ese pollo arrebatadoramente amoroso y loco que la acompañan siempre, harán que seguro se os escape más de una carcajada y que en algún momento sintáis que os roban el corazón.
Título original: Moana Director: John Musker, Ron Clements Guión: Jared Bush, Ron Clements, John Musker, Pamela Ribon, Taika Waititi Fotografía: Rob Dressel, Adolph Lusinsky Música: Opetaia Foa’i, Mark Mancina, Lin-Manuel Miranda Reparto: Animación Distribuidora: Walt Disney Pictures Fecha de estreno: 02/12/2016