En primer lugar tengo que aclarar que no haré una guía turística sacada de la Wikipedia sobre los monasterios de Metéora como el resto de críticas de esta película con las que me he cruzado. Aclarado esto, empecemos.
Metéora no es una película para el gran público ni pretende serlo. La historia gira alrededor de la reflexión sobre el amor o cómo debe ser el amor entre las personas, más allá de su creencia religiosa o su manera de vivir la fe. Una historia romántica, sin más. Quizás el componente que diste con el resto de historias amorosas sea la contradicción entre el amor espiritual y el amor carnal. Si en algunas películas románticas siempre aparece la figura de una tercera persona que entorpece el proceso de enamoramiento, aquí también ocurre aunque en este caso la persona que intercede entre ellos es la divinidad a la que ambos rinden culto.
La representación del pecado y el infierno frente a su proceso interior de contradicción está siempre presente. El castigo y el remordimiento son conceptos que se ven reflejados en el comportamiento de ambos, llegando incluso a ser evidenciados en acciones físicas contra su propio cuerpo. A pesar de la lucha interna y externa, el amor acaba venciendo aunque podríamos decir lo único que ha hecho ha sido cambiar de bando.
A nivel técnico la película presenta una fotografía cuidada al extremo, jugando a la perfección con las luces y las sombras. El enclave en el que transcurre toda la historia se presta a ello y el director sabe aprovecharlo. La elección del plano general, así como las secuencias largas, para dotar al filme de calma y sosiego son un acierto. Invitan a investigar en el paisaje y deleitarnos con los detalles de la naturaleza, algo que nos permite profundizar aún más en todo el contexto y no quedarnos con la superficialidad de la escena. Otro aspecto clave en la cinta es la animación. Los pasajes que se cuentan mediante una animación que recrea el estilo de los grabados de carácter religioso son vitales para entender la historia y el mensaje de fondo.
Todo cambia cuando las acciones dejan de ser realizadas por los protagonistas. Las escenas en las que aparecen los ciudadanos cercanos a los monasterios son bastante crudas y muestran un carácter menos piadoso del ser humano.
Al igual que en toda película amorosa, hay escenas subidas de tono. La primera vez que vemos a los protagonistas acaramelados tiene lugar en un almuerzo al aire libre, a la sombra de un árbol, en el que sin despojarse de sus hábitos parece que se entregan a la pasión que arde en el interior de ambos. La segunda escena, y a su vez la más explícita, se materializa en el interior de una cueva. Esta vez ambos se encuentran desnudos sobre sus ropajes dando rienda suelta a su deseo. Antes de todo esto, hay varias secuencias en las que se ve como Urania, la protagonista femenina, coquetea con la masturbación sin llegar a ser algo soez ante la cámara, sólo unos segundos en los que se intuye todo lo que está pasando realizado de una manera elegante y que no desentona con el resto de la ambientación.
Al igual que en todas las historias románticas, ambos protagonistas consiguen salvar los escollos del camino para terminar juntos. La forma escogida por el director para escenificar dicho acto es magistral, ambos salen juntos de la cueva mientras en el exterior una luz potente les espera, hecho que se asemeja a la resurrección de su divinidad.
Una película de ritmo lento creada para disfrutar de lo que se muestra y lo que se cuenta. Cinta elaborada con el cuidado de no herir sensibilidades más allá del dogmatismo ortodoxo que se ofendería sólo con ser mencionado. Un filme que no juzga sino que propone situaciones para que sea el propio espectador el que se cree una opinión a través de sus propias creencias.
Ficha técnica:
Título original: Metéora Director: Spiros Stathoulopoulos Guión: Spiros Stathoulopoulos, Asimakis Alfa Pagidas Música: Ullrich Scheideler Fotografía: Spiros Stathoulopoulos Reparto: Theo Alexander, Tamila Koulieva-Karantinaki, Adonis Kapsalis, Giorgos Karakantas, Dimitris Hristidis, Stelios Mavroudakos, Zoe Stathoulopoulou, Aleksandra Siafkou Distribuidora: Aquelarre Fecha de estreno: 13/06/2014