Hace ya dos años que el actor Paco León decidió aventurarse en el mundo de la dirección cinematográfica. En 2012 León rodó su ópera prima, Carmina o revienta, una comedia muy personal que tenía a su madre y a su hermana como protagonistas en una película a caballo entre la comedia de sketches y el falso documental. La gran particularidad de aquel film fue el cómo su director decidió distribuirla, de una manera que nunca se había hecho en España. Paco León quiso arriesgarse a estrenar Carmina o revienta de manera simultánea en cines, en plataformas de pago, mediante descargas autorizadas e incluso directamente en DVD. León sabía que se arriesgaba mucho al presentar su película de tal forma, pero por suerte para él la jugada le salió redonda y su Carmina o revienta resultó ser un éxito. Dos años más tarde el actor y director andaluz llega con Carmina y amén bajo el brazo, secuela de su primer largometraje y vuelve a poner en jaque a la industria, pues el segundo film de Paco León se proyectará en más de 100 salas en toda España de manera gratuita el día antes del estreno oficial. Puede que lo que busque León sea que la gente se anime a ver su nueva película más allá de obtener más rendimientos económicos o quizás busque el boca-oreja que tan bien ha funcionado con Ocho apellidos vascos recientemente. De cualquier forma, Paco León deja claro de nuevo que busca nuevas formas de distribuir su cine y acercarlo más al pueblo, y eso es algo loable a todas luces.
Carmina y amén es en todos los aspectos mejor película que su antecesora. Si Carmina o revienta ya era una película interesante, divertida y fresca, Carmina y amén la supera definitivamente gracias, sobre todo, a la mano de Paco León detrás de las cámaras. El sevillano ha debido aprender mucho en el lapso de tiempo que ha habido entre sus dos películas, pues Carmina y amén demuestra una madurez en la dirección que hace que parezca que León lleva dirigiendo películas toda su vida. No solo la dirección y la narración del film son más notables en esta entrega, también el guión que firma el propio Paco León es también más elaborado y maduro que en su ópera prima. Tan genial es el guión de Carmina y amén que el jurado del pasado Festival de Málaga decidió concederle el premio al mejor guión, algo completamente acertado y merecido.
A pesar de que la estructura de la película vuelve a ser cercana a la comedia de sketches, al igual que su antecesora, Carmina y amén se aleja del falso documental para adentrarse en una comedia de corte más dramático y con unos retazos de humor negro que le van de escándalo a la película. La crítica social también tiene su hueco en la película de León, que deja algún que otro recadito a la actualidad social y económica española con un grandísimo sentido del humor.
El trabajo de Carmina Barrios en el papel protagonista vuelve a ser impecable. La sevillana regala otra interpretación magistral y llena de naturalidad dejando la duda que ya suscitó en Carmina o revienta: ¿está interpretando un papel o la madre del director se muestra tal y como es en realidad? La acompaña de nuevo su hija, María León, que también está magnífica en su rol. Al igual que en la primera parte, la película se apoya en un gran plantel de secundarios que regalan situaciones verdaderamente hilarantes. Destaca la incorporación de una extraordinaria Yolanda Ramos como uno de los personajes más desternillantes y pasados de rosca de todo el díptico de Paco León. Ramos fue la otra agraciada por esta película en el pasado Festival de Málaga, ya que se llevó de manera totalmente merecida el premio a la mejor actriz de reparto.
Es cierto que muchos no esperábamos que la nueva obra de Paco León fuese tan genial y divertida, pero lo cierto es que el sevillano ha sabido superarse en todos los aspectos en esta nueva entrega (y, supuestamente, definitiva) de las peripecias de Carmina y su familia. No es fácil que una secuela supere a la película original, pero Carmina y amén rompe con aquel dicho de que “segundas partes nunca fueron buenas”, y esta secuela no solo es buena, sino que es muy superior a la anterior. No sabemos a qué se atreverá Paco León en su próximo proyecto, pero si algo es realmente admirable en el actor andaluz es que es un tipo valiente, un tipo que quiere contar historias, y sobre todo, que la gente de la calle sepa disfrutar de su cine. Porque, en resumidas cuentas, tanto Carmina y amén como su antecesora son historias urbanas y cotidianas, puede que exageradas desde un punto de vista cinematográfico, pero Carmina y María no dejan de ser dos mujeres normales de barrio que se han de buscar la vida como buenamente pueden, aunque para ello tengan que esconder el cadáver de su marido y padre durante días para poder cobrar una pensión.
Los personajes que describe el director andaluz son tan cercanos que es imposible no sentirse medianamente identificados con las vivencias personales de los que también somos gente corriente, gente que es capaz de troncharse ante una perogrullada como aquella de: “Se está muriendo gente que no se ha muerto nunca”. ¿Quién no ha oído alguna vez una expresión tan absurda pero cierta como esa yendo por la calle? Ahí está parte de la grandeza del film, es una película hecha por gente de barrio para gente de barrio. León parece empeñado en contar historias de barrio y lo cierto es que en su segunda incursión en la dirección cinematográfica ha sabido dar definitivamente con la tecla creando un film ácido, divertido y, sobre todo, muy hermoso. El cine español necesita más valientes como Paco León, gente con talento que crea en sus proyectos y que sepa acercarlos al gran público. Tan solo por eso, el sevillano merece un más que sonoro aplauso por su nueva obra.
Ficha técnica:
Título original: Carmina y amén Director: Paco León Guión: Paco León Música: Pony Bravo, Espaldamaceta, Pájaro Fotografía: Juan González Guerrero Reparto: Carmina Barrios, María León, Paco Casaus, Yolanda Ramos, Estefanía de los Santos, Manolo Solo Distribuidora: A Contracorriente Fecha de estreno: 30/04/2014