Una tarde de 1979, en Londres, el agente de Milos Forman le invitó a asistir a una obra teatral, Forman no sabía qué representación se hacía ni tampoco tenía muchas ganas de asistir. Cuando ambos ya estaban montados en el taxi, su propio agente le confesó que la obra a la que iban a asistir era un espectáculo musical de alto calibre relacionado con la pugna que mantenían Wolfgang Amadeus Mozart y Antonio Salieri. Forman, al oír el argumento, refunfuñó entre dientes, no tenía ganas de ver la obra e incluso, estuvo a punto de dejar el taxi y volverse por donde había venido. Finalmente, eso no pasó y el taxi llegó a su destino, al famoso Royal National Theatre de Londres. Los dos se apearon y se sentaron en sus respectivos asientos. Al terminar la representación, Forman pasó de la indiferencia absoluta a tener la felicidad y la emoción de un niño cuando le regalan un juguete nuevo. Aquella obra le entusiasmó tanto que, nada más acabar, se dirigió al dramaturgo que la había realizado y mantuvo una charla con él. Este tipo era Peter Shaffer. Ambos intercambiaron elogios y Forman le propuso adaptar la obra teatral al cine. Shaffer no se lo pensó dos veces y así nació una de las obras más aclamadas de los años 80: Amadeus.
Todos sabemos que Wolfgang Amadeus Mozart, es unos de los compositores más importantes de la música clásica junto a Ludwig Van Beethoven, Joseph Haydn y Giussepe Verdi. Perteneciente a la época del Clasicismo, Mozart se convirtió en un músico de renombre muy joven, un genio que manejaba tanto el piano como el violín. A los 17 años, fue contratado como músico de la corte real de Salzburgo y murió a la edad de 35 años debido a una larga enfermedad. Aquí entra realmente la duda de su vida privada, se sabe que Mozart tenía varios problemas económicos, no ahorraba ningún florín y todo lo que ganaba de sus composiciones, lo derrochaba enseguida en fiestas, bares y supuestamente, en prostitutas. Su entierro solamente costó 8 florines y fue enterrado en una tumba comunitaria. En Amadeus, se nos muestra cómo fue lavida privada de Mozart desde el punto de vista de Antonio Salieri, otro músico considerado de gran importancia que, tuvo la mala suerte de coincidir con Mozart, fue totalmente eclipsado y subestimado. Mozart y Salieri se convirtieron en enemigos por la envidia que éste último tenía hacia Amadeus y también, el vacío existencial y la inmadurez de Mozart.
Amadeus nos sitúa en el S.XIX en la estancia de Salieri, quien intenta suicidarse al considerarse culpable de la muerte de Mozart. Por ello es trasladado de inmediato al manicomio, donde recibe la visita de un sacerdote para confesar todos los pecados que había cometido. La conversación mantenida entre ambos es anecdótica, empezando Salieri de esta forma:
– ¿Sabéis quién soy?
– No me importa, todos somos iguales ante Dios
– ¿Todos?
Salieri le muestra dos composiciones que al sacerdote no le suenan de nada, en cambio, la tercera sí la reconoce incluso la puede tararear, al preguntarle al compositor italiano si esta composición era suya, éste le responde con un rotundo no, sino de Wolfgang Amadeus Mozart. La confesión será un viaje que nos surmegirá a la caída decadente de ambos hacia los infiernos llevados por la codicia, la lujuria y la envidia, contado por Salieri con todo lujo de detalles como si fuera Sherezade de Las mil y una noches o el personaje de Joe en Nymphomaniac, un viaje sobre la envidia mortal.
Salieri confiesa que su mayor ídolo era el joven Mozart, siempre había oído hablar de él, era un chico prodigio de la música, pero su idolatría hacia él decaerá cuando ambos se encuentren en Salzburgo. Salieri se lleva una decepción encontrándose ante una persona inmadura, excéntrica y bobalicona. El elegido de Dios, Amadeus significa “Amado de dios”, era precisamente esa aberración, como bien dice Salieri, un mono amaestrado irradiando magia en todas sus partituras, preguntándose por qué no fue elegido por Dios, dando todo por él, además de su castidad, éste será el comienzo de su odio llevado a la envidia y la pérdida de su fe hacia Dios.
La envidia será el principal motivo para la decadencia de ambos, tanto en Salieri como en Mozart, llevada al extremo, convirtiéndose en una envidia casi mortal. La envidia es la virtud principal de la película, pero, también lo es la lujuria, también mostrada en Salieri. Salieri da toda su castidad hacia Dios, sin mantener ninguna relación sexual con las mujeres, sin embargo, posee un exquisito gusto hacia los bombones, con muchas similitudes del cuerpo femenino como por ejemplo, los pezones de Venus. Sin embargo, también hay muchas insinuaciones, cuando el compositor italiano se encuentra delante de algunas mujeres, como la soprano para sus ensayos, que finalmente se la roba Mozart se muestra celoso hacia él. Pero, el encuentro más caluroso de todos es el de la esposa de Amadeus, pidiéndole ayuda a Salieri para sacar adelante una partitura, dando placer a Salieri sintiendo como tocan esas notas en su cabeza como si fuera suya. Aparte de eso, Salieri tiene un gran deseo de admirar la belleza de la amante de Mozart, este planteamiento, está mejor explicando en el montaje del director y el porqué está reticente con él en los minutos finales, pero no puede debido a su devoción hacia Dios
La codicia está caracterizada en Mozart, necesita el dinero para poder vivir mientras realiza sus propias composiciones, pero su derrocamiento en el alcoholismo y en las fiestas hacen que se arruiné cada vez más y más, llevándolo a la enfermedad, perdiendo esa excentricidad que tenía para convertirse en una persona adulta, perdiendo esa actitud infantil pero surgiendo a su vez, la locura por la muerte de su querido padre cuyo fantasma le persigue encargándole una misa de réquiem que nunca acabará.
Hay una escena destacable que puede servir como una crítica hacia los productores del mundo cinematográfico. Mozart está escribiendo una obra llamada “Las bodas de Fígaro”, prohibida por el emperador de Viena debido a la polémica causada en Francia. El gabinete del emperador prohíbe a Mozart sacar a la luz “Las bodas de Fígaro”, pero las afirmaciones realizadas por Amadeus de que se trata de una nueva adaptación y no de una copia hacen que reciba por fin el apoyo del emperador para sacarla. Para Mozart será un caos, le obligan a acortar varias páginas, a eliminar música en algunas piezas que, poco después, serán incorporadas por beneplácito del emperador y finalmente, la obra no durará más de 9 representaciones. Una perfecta crítica que mete Forman sin notarse absolutamente nada.
Salieri y Mozart son dos almas descarriadas por culpa de sus pecados siendo la envidia de Salieri el principal culpable de esta decadencia haciéndoles convertirse en enemigos, y a la vez, en amigos, como lo comentaba Mozart en sus últimos alientos “Eres el único colega que asiste a todas mis funciones”, demostrando un gran respeto hacia Salieri, disculpándose por todos los tropiezos que le había impuesto como si fuera el perdón de Dios. Ambos, perdieron más que ganaron.
Milos Forman y Peter Shaffer realizaron una de las mejores películas que había dado al cine con un espectáculo aún más impresionante que la obra de teatro original, realizando unas recreaciones fantásticas de las obras compuestas por Mozart, sumergiéndonos en la ópera en directo, como un espectador más pagando su entrada para ver “Las bodas de Fígaro” o “La Flauta Mágica”, y finalmente consiguiendo el Oscar al Mejor director y Mejor guión adaptado. No solamente Forman y Shaffer consiguen las alabanzas, sino que la mayoría de todos los aplausos obtenidos por crítica y público se lo llevan los dos actores principales, F.Murray Abraham como Salieri, realizando uno de los mejores papeles que había hecho en toda su carrera ganando el Oscar a Mejor actor. Después de Amadeus, siguió participando en varias películas como El Nombre de la Rosa, actualmente lo podemos ver en la serie Homeland, donde empezó a aparecer a partir de la tercera temporada, y Tom Hulce como Wolfgang Amadeus Mozart, haciendo un difícil papel como es el del famoso compositor contando con varios cambios de humor, su excentricidad, su arrogancia y su egolatría. A partir de aquí, Hulce no realizó ningún otro papel destacable, ya que se dedica a salir en películas menos conocidas o participando en comedias juveniles. Con los Oscars de Mejor película, Mejor director, Mejor guión adaptado y Mejor actor, hay que sumarles los Oscars pertinentes a las categorías técnicas como son Mejor maquillaje, Mejor diseño de vestuario, Mejor dirección artística y Mejor sonido, consiguiendo un total de 8 estatuillas y coronándose como la mejor película de 1984 y la gran triunfadora de la 57ª edición de los Oscars. La banda sonora fue un éxito tremendo, llegando a convertirse el disco más vendido del año, e incluso el grupo alemán Falco, realizó una canción homenaje llamada “Rock me Amadeus”. Una película fascinante sobre un gran compositor que finalmente no era lo que aparentaba.