El día que vendrá – Las cicatrices de la guerra | La Cabecita

 

No existe un episodio de la Historia que Keira Knightley no pueda defender, y no existe una película de época que luzca más sí ella está al frente del relato. Estas dos verdades universales son el principal (y probablemente único) reclamo que tiene El día que vendrá para arrastrar al público a las salas. La pregunta ahora es ¿es eso suficiente? La respuesta es sencilla: Sí.

En un momento en el la taquilla se siente algo resentida tras los estrenos de la última campaña Oscars y en la que parece casi no haber descanso entre blockbuster y cada nueva película de Marvel/Disney, he de reconocer que incluso una película pretenciosa como El día que vendrá, resulta ser sorprendentemente un estímulo de agradecer. La última cinta del no muy experimentado en materia James Kent nos traslada hasta el año 1946 y a la Alemania de la posguerra en donde Rachael Morgan (Keira Knightley) se reúne con su marido Lewis (Jason Clarke), un alto cargo militar británico, que junto a ella, pretende levantar la ciudad de Hamburgo tras la derrota del frente aliado. Una misión marcada por un país devastado por la culpabilidad y las cicatrices de un Holocausto que entre sus muchas víctimas ha dejado también al hijo del matrimonio.

Ahora en medio de un país que no conoce y no quiere conocer, Rachael tendrá que aprender a convivir con el dolor y con los antiguos propietarios de su casa, un viudo alemán (Alexander Skarsgård) y su atormentada hija. Mientras que a medida que intentará superar el luto, se dejará arrastrar por una pasión desmedida hacia este misterioso señor, unidos únicamente por la atracción y el dolor. Una premisa que es precisamente eso, dos actores universalmente atractivos dejándose arrastrar a una vorágine de sexo y dolor por la pérdida de sus seres queridos. El día que vendrá es ese tipo de melodrama de corte clásico sobre una amor en circunstancias críticas que sirve como esquema bélico, del que es probablemente el episodio más negro de nuestra Historia. Una fórmula y esquema ya repetidos en el Hollywood más clásico Casablanca (Michael Curtiz, 1942) o en los despiadados dramas románticos del nuevo Hollywood tales como La mujer del teniente francés (Karel Reisz, 1981) y La decisión de Sophie (Alan J. Pakula, 1982) ambas protagonizadas por una desgarradora Meryl Streep que parece ser el mejor vehículo posible para dar vida a estas historias, un recurso igualmente bien aprovechado en esta producción por la siempre maravillosa Keira Knightley.

Es cierto que la última película de Kent juega a (casi) pasarse de intensa en algún que otro momento, pero es que El día que vendrá es esa película, es ese tipo de película intensa y desgarradora, plagada de escenas bellísimas, en las que su protagonista se rompe y llora a cámara, mientras espeta frases lapidarias con una banda sonora orquestalmente melosa de fondo que te encoge el corazón. Es como si desde la pluscuamperfecta Expiación (Joe Wright, 2007) todas las películas románticas de época pretendieran ser Expiación. Aquí incluso Keira luce un espectacular vestido dorado que recuerda muy mucho a su icónico vestido verde del film de Wright, pero no importa, porque desde el minuto uno, ya incluso desde el tráiler, desde su cartel y desde su poético título, el espectador sabe que está viendo ese tipo de película sufridora que probablemente sería el plan perfecto para una tarde lluviosa de invierno.

En honor a la verdad El día que vendrá es una película que juega a intentar ser una nueva versión de la preciosa El fin del romance (Neil Jordan, 1999) y no lo consigue, pero en su empeño por tomarse en serio, nos muestra una solvente historia de amor construida sobre unos cimientos que reconoceremos como cercanos y con una pareja al frente que derrocha química por los cuatro costados. Merece la pena verla ya solo por disfrutar de una de las mejores interpretaciones de la carrera de ese ángel conocido como Keira Knightley.

Título original: The Aftermath Director: James Kent Guión: Joe Shrapnel, Anna Waterhouse Música: Martin Phipps Fotografía: Franz Lustig Reparto: Keira Knightley, Alexander Skarsgård, Jason Clarke, Kate Phillips,Claudia Vaseková, Fionn O’Shea, Alexander Scheer, Tom Bell Distribuidora: 20th Century Fox