Analizando los Oscar 2017: Mejor actriz | La Cabecita

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Ya quedaba patente casi a mediados de año, que la carrera por el Oscar a la Mejor Actriz 2017 iba a ser la categoría más reñida y con más nivel (con permiso de la de Mejor Película). Y es que le pese a quién le pese, este año el cine ha sido de las mujeres. En ninguna otra categoría (y mucho menos en la masculina) el nivel ha sido tan alto como lo ha sido en lo referente a las féminas. Han sido tantas y tan variadas, que algunas ausencias inexplicables han hecho que todos los focos de atención se centren en las que están y las que no y por tanto de ellas os vamos hablar.

Estas han sido las mejores (aunque falte alguna) actrices del año:

Isabelle Huppert por Elle

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Tras el varapalo de ver que finalmente la brillante obra de uno de los directores más interesantes y sugerentes de los últimos tiempos como es Paul Verhoven, no está ni en las categorías de Mejor Película Extranjera, ni a Mejor Director. Nos queda la nominación más inconstatable de todas las que un film como “Elle” podría obtener, la de mejor actriz para nuestra Isabelle Huppert, la pelirroja más profesional y perturbadora, posiblemente del mundo.

La que actriz con más pedigrí del continente europeo, ha ido pasando de papel en papel año tras año llamando la atención de todos. Ha sido musa del genio Michael Haneke, con quien nos trajo la interpretación por la que será eternamente recordada en  La Pianista (2001), y aquí en Elle brilla como ella solo sabe hacerlo. Está prácticamente en todos y cada uno de los planos de la irreverente película y lo más importante sabe estarlo. Se arroja sin reservas a un papel tan necesario como controvertido, que le ha valido el reconocimiento de la crítica desde el comienzo de la carrera, así como un Globo de Oro como Mejor Actriz en Drama y hace apenas unas pocas horas el premio más prestigioso de su país natal el César.

En esta película lo da absolutamente todo en un personaje inteligente y salvaje, que le puede provocar alguna que otra antipatía dentro del sector más conservador y longevo de los académicos, que probablemente si se atreven a ver la película les de algo así como un paro cardiaco. Pero más allá de cualquier mención o premio posible, ha logrado algo mucho más importante: reescribir el papel de la mujer en el cine contemporáneo y una necesaria y contundente lección de feminismo universal. 

Además ha protagonizado otro de los films de más éxito en Francia como ha sido L’avenir (El Porvenir) de Mia Hansen-Løve, que le ha valido el reconocimiento unánime de la crítica y público, así como un homenaje en la New York Film Academy que avalan que este es su año.

Ruth Negga por Loving

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La mayor sorpresa de la categoría la protagoniza la hermosa actriz de origen etíope que representa la única nominación para el film de Jeff Nichols, que desde su paso por Cannes auguraba varias nominaciones y que finalmente solo ha podido conseguir esta que tiene nombre propio el de Ruth Negga.

Su papel como Mildred Loving, una joven mujer que sufre el asedio  del sur más racista en el  Estado de Virginia a finales de los ’50, cumple una importante cota racial para la Academia que ha querido homenajear la figura real de este poderoso personaje. Su interpretación es absolutamente hipnótica por la candidez y belleza que su personaje irradia y es capaz de eclipsar en algún momento a su compañero de reparto, un Joel Edgerton que en su vida ha estado mejor que aquí.

Negga consigue llamar nuestra atención por un bonito y modesto papel apoyado en un memorable ejercicio de contención que funciona a la perfección dentro de una bella historia de amor tan importante que consiguió reescribir las leyes que prohibían los  matrimonios interraciales en Estados Unidos.

Una interpretación que cualquier otro año podría alzarse con la victoria, pero que este año irremediablemente la nominación es su premio

Natalie Portman por Jackie

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Tras una notable ausencia durante la que la hemos echado muchísimo de menos Natalie Portman ha vuelto y lo ha hecho por la puerta grande. Su tercera nominación al Oscar es gracias a interpretar a uno de los mayores iconos de la cultura norteamericana Jackie Kenedy.

El director Pablo Larraín ha confiado en la actriz todoterreno para ponerle al frente de un film tan invasivo como poderoso en el que vivimos con ella el horror al que tuvo que hacer frente los días posteriores al asesinato de su marido el ex presidente de los EEUU JFK. Un hecho que marcó su vida y la del continente para siempre.

Natalie vuelve a realizar un ejemplar tour de fource de la misma implacable entrega y compromiso como hiso a las ordenes de Darren Aronofsky en Cisne Negro (2010). La cámara la acompaña toda la cinta prácticamente pegada a su precioso primer plano, secuencia a secuencia, en las que comprobamos como la joven actriz se rompe y se esfuerza por darle toda la dignidad posible a un personaje tan fascinante a la par que complejo, como fue la inolvidable figura de Jackie Kennedy.

En honor a la verdad si los Oscars premiasen la mejor interpretación femenina del año, ese premio seria ex aequo para Natalie Portman e Isabelle Huppert, pero a estas alturas del juego ya sabemos que no es así y que  todo apunta a que las valientes e incómodas películas en las que ambas están, les jugará una mala pasada en pro de la innecesaria victoria de Emma Stone provocada por el imparable huracán La La Land.

Emma Stone por La La Land

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A día de hoy hay dos cosas sobre Emma Stone que todos debemos tener muy claro: la primera que es una actriz de gran potencial que ha hecho por hacerse notar y respetar a base mucho trabajo, y la segunda igual o casi más importante es que eso ha sido en gran parte gracias a un inmenso carisma que la ha llevado a convertirse en una de las personas de la industria más adorables que existen.

Dos factores que junto con estar en la película del año, la han llevado a ser la favorita al Oscar a la Mejor Actriz en una ceremonia que se celebrará dentro de poco mas de 24 horas y que si nada lo evita la convertirá en vencedora.

El personaje que acertadamente Damien Chazelle le ha escrito le va literalmente como un guante. Emma Stone interpreta en La La Land a esa cándida y prometedora joven actriz, que lucha por el sueño de llegar a convertirse en una actriz de verdad pero con corazón , y vaya que si lo consigue. Su interpretación es tan perfecta como esperaba caber, teniendo en cuenta que ella aquí es ella haciendo de ella misma,  y aquel que lo dude, es que entonces no ha visto ni una sola de las apariciones públicas de Stone en cualquier alfombra roja de los últimos 5 años.

Nuevamente haciendo uso de la honestidad ante todo, es evidente que Stone representa el prototipo de actriz ganadora favorita por la Academia. Es preciosa de una forma natural y única, es adorable, trabajadora y lo suficientemente joven como para saber rentabilizar su estatuilla ¿creéis en serio que cualquiera de las otras actrices que forman este quinteto va a poder hacer frente a todos estos elementos extra cinematográficos? La  respuesta es evidente pero la confirmación mañana.

Meryl Streep por Florence Foster Jenkins

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Contrariamente a lo que pueda decir ese deleznable personaje (que todos conocéis perfectamente y que no se merece nuestra atención), Meryl Streep no es la actriz más sobrevalorada de todos los tiempos, sino que es la mejor actriz de nuestro tiempo sin absolutamente ninguna duda. Nadie le ha regalado nunca nada, a las pruebas me remito: solo 3 Oscars de 20 nominaciones, algo que muchos le reprochan con exaltación diciendo cosas tan ridículas como que ¡es una pesada!, cuando nadie se plantea si quiera que a ella esas 3 estatuillas le han costado casi el doble de años de lo que le costó a Jack Nicholson  su tercer Oscar, o de lo que le puede costar a Denzel Washington si mañana vence al favorito Cassey Affleck.

Pero dejando al margen cualquier inexistente debate sobre su calidad interpretativa, Meryl Streep está nominada este año de nuevo por un personaje inolvidable y único que probablemente nadie podría haber interpretado como solo ella ha sabido hacerlo. Florence Foster Jenkins es la viva representación de un sueño cumplido, el sueño de una mujer con nefastas cualidades musicales que siempre soñó con poder cantar opera y que lo consiguió justo antes de morir, siendo tan feliz como su inmenso corazón se merecía.

La cinta firmada por el siempre original Stephen Frears es un simpático y entrañable retrato de una peculiar persona que hiso algo que todos deberíamos hacer: tratar de ser felices importándonos un bledo aquello que la sociedad pueda pensar o decir.

Su trabajo por resultar tierna y entrañable frente a un personaje con momentos tan hilarantes y ridículos han hecho que una vez más Meryl Streep este dentro de las cinco mejores actrices del año, aun a sabiendas de que no es su año y de que la nominación en sí ya es un reconocimiento más que justo.

Ganará: Emma Stone.

Debería ganar: Isabelle Huppert.

Debería estar nominada: Amy Adams por “La Llegada”.