Sparrows (Gorriones) – Vértigo invernal | La Cabecita

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Sparrows (Gorriones), película que coge su idea principal de un corto anterior del mismo director, recuerda mucho a dos películas exitosas y reconocidas de estos últimos años: Mommy y Boyhood. De Mommy se sabrá qué opino si se han leído críticas mías anteriores, Xavier Dolan me parece un director con potencial que aún no controla bien los tiempos y tira todo lo que sabe y lo que quiere expresar en una licuadora para mezclarlo todo aleatoriamente. Mientras que Mommy corrige esos errores respecto a anteriores obras suyas, resulta bastante absurda y exagerada en ocasiones donde no corresponde ni a la realidad ni a la emoción que pretende transmitir. En el caso de Boyhood, Linklater relata bien, con fuerza y con elegancia esos traspiés propios de la adolescencia, aunque carece de potencial cinematográfico en cuanto a la estética. Sparrows (Gorriones) va por esta línea, solo que parece más una película sobre la adolescencia dirigida por un Michael Haneke sin fuerza. 

Cierto es que no falla al mostrar la frialdad en la que se sume el protagonista al mudarse con su padre, ni tampoco la ascética visión de la vida de los personajes rompe con las emociones que se buscan provocar. Pero tampoco parece tener ninguna idea con potencia, tan solo muestra y lo que muestra no guarda mucha fuerza. Esa es una sensación bastante generalizada con mucho cine actual, que se queda en imitar (que no “dejarse inspirar por”) a los grandes que sí pudieron transmitir ideas y construirse una personalidad. Al menos eso no se lo podemos negar a Dolan, mientras que aquí, la película se queda en una pequeñez que olvidaremos rápido. ¿Significa eso que no posee nada que valga la pena? Sí lo posee, el personaje que lidera la narración no deja de ser interesante en ningún momento y podemos entender sus idas y vueltas en una edad que a todos nos ha resultado complicada, inexplicable e irracional. Pero uno a veces se lamenta de ver argumentos potentes, sobre todo aquellos que giran entorno a la adolescencia, esa etapa tan difícil de retratar en el arte, verse desperdiciados por culpa de directores con falta de riesgo, carisma y potencia. A Mommy le sobran estas características, se excede y se rompe a sí misma, Boyhood posee una narración hábil, pero falla a la hora de llegarnos emocionalmente. Ésta se queda en un limbo extraño, falto de carisma, eso sí, respetando al espectador. 

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El año pasado, cuando ya había observado las grandes obras maestras sobre historias basadas en los problemas conyugales, se presentó 45 años, sorprendiendo a muchos y erigiéndose como la mejor película del año. Presentaba una estética digna de su historia, una historia digna de los personajes y unos personajes dignos de ese mundo y ese contexto. Esa sinergia ayudaba a presentar una obra sin grandes fallos. Viendo entonces que aún se pueden ejecutar obras de arte sobre temas ya mil veces explorados y discutidos, no entiendo porque el tema de la adolescencia, tema que ha sido menos tratado que el anterior mencionado, no puede aún cuajar del todo en el séptimo arte. Tendríamos que acudir a películas como Bajo el sol de Satán, de Maurice Pialat; Spring Breakers, de Harmony Korine; La Ciénaga, de Lucrecia Martel para observar ciertos pasajes adolescentes que retratan muy bien esa confusión, complejidad y oscilaciones de la edad. Quizá, como último ejemplo, y el más cercano a asimilarse a 45 años como obra reciente que trata un tema concreto muchas veces explorado con gran acierto, es Margaret, de Kenneth Lonnergan, la cual fue injustamente apaleada por cuestiones extracinematográficas. Pocas obras retratan esa furia interna que puede despegar en cualquier momento cuando aún no sabemos muy bien quienes somos.

Sparrows (Gorriones) comienza bien, pero lamentablemente se pierde en recovecos que poco interesan y poco aportan, en escenas llamativas que no salen de ser solo un golpe de atención al ritmo exageradamente lento que el autor propone. Como supongo que ya se entiende, la lentitud, la rapidez, lo estático, el movimiento, las hipérboles, el minimalismo y cualquier tipo de decisión estética usada para potenciar las emociones que se desean impregnar en la obra nunca son buenas o malas por sí mismas, sino que necesitan corresponderse a la tónica de la historia, a la actitud de los personajes y a la ética de la narración. Esa coherencia tan necesitada en mucho del cine actual, brilla por su ausencia en Sparrows (Gorriones), donde las escenas de sexo están tan fríamente filmadas como el paisaje que rodea a los personajes, y eso está bien si, por ejemplo, hablamos del sexo en una obra como Crash, de David Cronenberg, donde la distancia, la alienación y la incomunicación son el punto central de esas relaciones. Aquí esa decisión no tiene sentido, puesto  que los personajes no sienten esa desconexión ni esa abstracción a la hora de abordar esos momentos. Lo mismo sucede con la lentitud de la película, que en lugar de ilustrar la actitud de los personajes ante el mundo o de precisar los detalles o de admirar con calma lo que observamos para poder procesarlo, está ahí por simple decisión estética del director, como si se notase que su objetivo es alargar el corto para hacerlo largometraje. 

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No creo que esos defectos arruinen a la película, puesto que ciertas ideas se pueden percibir con claridad. La adolescencia perdida y confundida de un chico que ha visto fracasar a su padre, que ha visto a su madre desentenderse de todo, que ha visto como el mundo cambia y su presencia en él no sirve para regular la velocidad de ese cambio, ni el camino que toma el tiempo. Esa historia está narrada para transmitir justamente eso, y me atrevería a decir que no falla, a pesar de los elementos fuera de lugar que antes he nombrado. Una perfecta música ambiental que transmite los sentimientos que el filme a veces no termina de alcanzar decora los créditos de esta regular película.

2.5_estrellas

Ficha técnica:

Título original: Sparrows Director: Rúnar Rúnarsson Guión: Rúnar Rúnarsson Música: Kjartan Sveinsson Fotografía: Sophia Olsson Reparto: Atli Oskar Fjalarsson, Ingvar Eggert Sigurðsson, Kristbjörg Kjeld, Rade Serbedzija Distribuidora: Surtsey Films Fecha de estreno:  26/08/2016