Green Room – La habitación del pánico | La Cabecita

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Jeremy Saulnier aterrizó con contundencia en el panorama cinematográfico gracias a Blue Ruin, una película reconocida por numerosos festivales y que, personalmente, me gustó mucho. Sin salirse de la típica historia de venganza, Saulnier creaba una atmósfera opresiva y utilizaba la violencia de una forma contundente y eficaz; era, en definitiva, un filme que funcionaba de principio a fin. Con esta consideración nos llega Green Room, el siguiente trabajo del director y guionista, que afronta el terreno del thriller con gotas de terror, y más concretamente de slasher, sin perder las señas de identidad de su anterior cinta.

La trama vuelve a ser sencilla: un grupo de punk acepta tocar en un oscuro local que parece estar controlado por un grupo de skinheads, y tras un incidente se verán envueltos en una batalla por la supervivencia. Como ya ocurría en Blue Ruin, es más importante el cómo que el qué: vuelve a ser una historia sin mucha profundidad protagonizada por unos personajes bastante estereotipados, pero ahora bien, la película lo sabe y lo utiliza en su favor, otorgando al conjunto una buena dosis de mala leche y que se centra, principalmente, en el uso de la tensión y la violencia. Tiene algún susto que otro, pero su principal objetivo es crear una atmósfera malsana e ir saltando entre momentos muy violentos y gráficos, atrapando al espectador y haciéndole parte de la pesadilla.

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Green Room funciona mucho mejor cuando está dentro del local que cuando está fuera, y es que las conversaciones que mantiene el personaje de Patrick Stewart (carismático y eficaz interpretando a una persona fría e inquietante) con sus secuaces provocan que se le vean las costuras a una historia que no tiene mucho más donde rascar, y provocan ciertos problemas de ritmo. Sencillamente no interesan demasiado los tejemanejes del grupo, o por lo menos interesan mucho menos que, por ejemplo, los momentos que comparte la banda en la sala donde se resguardan (que hace la función del típico check-point de los videojuegos), que sí funcionan a la perfección, ayudando a cargar la tensión a lo que está ocurriendo y sirviendo, además, para empatizar más con los personajes. Unos personajes que, como he dicho, no se alejan del estereotipo, pero que funcionan en este tipo de narrativa y te parecen lo suficientemente interesantes como para no desear su más que posible muerte.

Y es que otra cosa no, pero Green Room es muy contundente a la hora de mostrar la violencia, no cortándose (o, de hecho, sí) al enseñar huesos rotos, litros de sangre o gargantas hechas un desastre. Se agradece, debido a su naturaleza, que sean así de explícitos, ya que ayuda a crear tensión (no quieres que les pase nada a ellos para tú, como espectador, no sufrir viéndolo) y huye, dentro de los límites de una historia tan extrema como esta, de lo gratuito. Tampoco es gratuito ni casual el uso del color verde por parte de Saulnier: si en Blue Ruin jugaba con que prácticamente todos los planos tuvieran un elemento azul, aquí vuelve a apostar por una gama cromática que nos conduce de forma constante a los tonos verdosos y que le da una atmósfera muy particular, por enfermiza, a la cinta.

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Me gustaría concluir aplaudiendo sobre todo la sinceridad con la que Green Room te presenta su propuesta e intenta ser lo mejor posible en ella. Y, aun con sus limitaciones, lo es: una hora y media cargada de tensión, con momentos memorables y un grupo de personajes que funcionan entre ellos, creando empatía gracias también a unos actores que cumplen de forma notable (destacando a Anton Yelchin e Imogen Poots). Quizá Blue Ruin fuera más redonda, pero Jeremy Saulnier vuelve a demostrar con Green Room su enorme capacidad para contar historias de una forma tan contundente como absorbente.

3.5_estrellas

Ficha técnica:

Título original: Green Room Director: Jeremy Saulnier Guión: Jeremy Saulnier Música: Will Blair, Brooke Blair  Fotografía: Sean Porter Reparto:  Patrick Stewart, Anton Yelchin, Imogen Poots, Alia Shawkat, Mark Webber, Taylor Tunes, Joe Cole Distribuidora: La Aventura Audiovisual Fecha de estreno: 10/06/16