Las diez películas favoritas de Jaime Meco

Cuando alguien te pregunta sobre cuáles son tus películas favoritas, no sabes responder en el momento preciso. Es tanta la cantidad de cine que se ha consumido que no puedes responder ante una pregunta tan sencilla y simple como esa. Para mencionarlas, tienes que darle muchas vueltas a la multitud de varientes que se nos presentan. Ya puede ser por su calidad, por el estado anímico, por darnos el placer de darnos un subidón de adrenalina…. Son tantas cosas que nos puede hacer maravillar una película que no existe un orden definitivo. Hoy te puedo decir una, mañana otra, pasado otra, al mes que viene otra y el año que viene otra diferente.

En este artículos sobre Las diez mejores películas en La Cabecita, voy a comentaros porqué he elegido esas diez películas a pesar de haber dejado otras fuera que me maravillan mucho y las podría meter en otros tops como suelen ser Drive, Amadeus, Metrópolis, Ladrón de Bicicletas o M, el vampiro de Düsseldorf. En fin, vamos al lío.

La primera película es Alguien voló sobre el nido del cuco, de Milos Forman ganadora de 5 Oscars en 1976 a Mejor película, Mejor director, Mejor actor, Mejor actriz y Mejor guión. Alguien voló sobre el nido del cuco fue mi segunda película en dvd cuando comencé a coleccionar películas para mi videoteca personal. Nada más ponerla, me encontraba a Jack Nicholson haciéndose pasar por loco en un sanatorio mental para librarse de la cárcel. Allí, como no podía ser menos, tenía que juntarse con personas desequilibradas. De todas ellas, se encontraba una persona parco de palabras, un indio de gran envergadura que debido a su mudez forjó una amistad con Jack Nicholson. Las acciones del personaje de Nicholson, que hacía vivir a todos las personas de su alrededor después de estar asqueadas en un largo tiempo, la mala uva de la doctora Rached interpretada por Louise Fletcher, y el magnífico guión de Lawrence Hauben y Bo Goldman, me llenaron por completo, tanto para poder decir que es mi película favorita, pese a mal de muchos.

La segunda película no es una, ni dos, sino una trilogía. Pero no un trilogía cualquiera como puede ser Indiana Jones, Alien o El señor de los Anillos, sino la trilogía de El Padrino. Como menciono arriba, si elegir las 10 mejores películas resulta ser una tarea difícil, elegir entre El Padrino Parte I y El Padrino Parte II es una tarea más complicada, tanto que dependiendo de los días dices una o dices la otra. Francis Ford Coppola, junto a Mario Puzo, forjaron un proyecto perfecto sin ningún tipo de reparos, eligiendo a un elenco perfecto para la caracterización de los personajes, una fotografía oscura tirando a claroscuros con un tono rojizo tirando al ocre, un guión que va in-crescendo a medida que van avanzando la película. Todo, todo está tan perfectamente calculado y medido que no se le pueden sacar peros. Otra cosa es El Padrino Parte III, que si bien es cierto que es la entrega más floja de toda la trilogía, no quiere decir que sea precisamente mala, ya que la considero una buena película que cierra por completo la historia de la familia Corleone.

La tercera película es una de las obras cumbres del cine mudo, una de las más mencionadas por los cinéfilos y especialistas del cine sobre un director tan grande como el danés Carl Theodor Dreyer con su obra La pasión de Juana de Arco. Una obra muy caracterísitica, ya que toda la película está rodada en primeros y primerísimos primer plano de los personajes. Gracias a esta planificación, La pasión de Juana de Arco es una obra llena de alma. Tanto que se puede ver reflejada el alma de Juana de Arco en las profundas y sentimentales miradas de María Falconneti. Como curiosidad, hay un debate sobre el montaje original de la película, ya que pudo ser sin acompañamiento musical o con acompañamiento debido a las numerosas copias que se censuraron hasta 1981, que se encontró una copia en perfecto estado en el interior de un manicomio de Oslo y es la copia que conocemos a día de hoy. Dreyer tiene muchas joyas, pero ésta es de un valor incalculable.

Akira Kurosawa no podía faltar en un top de películas favoritas. Podría mencionar muchas del cineasta japonés, pero la que más me apasiona y enamora es Dersu Uzala. Quién no se enamora del pequeño aldeano con ¡No disparen, soy gente! cuando es avistado por los soldados ruso. Un precioso canto a la amistad por Akira Kurosawa que ha servido de inspiración para otras películas como El renacido. De Kurosawa, pasamos a Sidney Lumet con su Doce hombres sin piedad, ópera prima del director que le salió de una forma brillante y precisa sobre el verdadero significado de la justicia encerrándonos en una única habitación rodeada de 12 personas con el debate de porqué el acusado debe ser culpable o inocente atendiendo a los detalles del juicio y a las pruebas enseñadas. Una muestra de cómo las palabras pueden confluir a una idea concebida. Otra gran película es Las zapatillas rojas, dirigida por los británicos Michael Powell y Eric Pressburger basándose en un cuento de los Anderson adaptándolo a una bailarina con la misión de alcanzar su sueño. Las zapatillas rojas es una cinta brillante sobre el sacrificio, el deseo, la pasión y el esfuerzo de alcanzar una meta para ser el mejor, cueste lo que cueste. Además, cuenta con unas escenas perfectamente coreografiadas, filmados con unos colores tan vivos gracias al uso del Technicolor, algo que sabían hacer muy bien Powell y Pressburger en sus largometrajes. De hecho, gracias a esta cinta ha servido para realizar otros largometrajes estupendos como Perfect Blue o Cisne Negro.

Annie Hall, para mi de las mejores películas que ha parido el cómico Woody Allen con un humor inteligente muy bien medido y de forma sutil. El aficionado, uno de los largometrajes de Kieslowski más desconocidos por parte de la gente. Cuando alguien habla de Kieslowski, lo primero que viene a la mente es la trilogía Tres Colores y La doble vida de Verónica. Cuando vi por primera vez El aficionado, sentí lo fuerte que quería transmitir el cineasta polaco en como el cine puede engullir a una persona llevándose todos los restos que han participado en una vida anterior. Os la recomiendo. David Lynch no podía faltar en mis diez favoritas. Como buen amante del cineasta natural de Filadelfía, me ha costado elegir una para meterla en las diez siendo Eraserhead, Mulholland Drive y Una historia verdadera como opciones. Finalmente me he decantado por Eraserhead, ópera prima del director que sirve como base de toda su filmografía. Extravagante, rara, extraña, no sabes lo que está pasando hasta que te quedas maravillado por el resultado general del film. Y por último, Big Fish, de Tim Burton. Un bello cuento que encaja a la perfección en el mundo Burtoniano y que difícilmente va a tener la oportunidad de recuperar.