La escena indiscreta – Holy Motors | La Cabecita

 

«Entreacto: 

1. m. En una representación dramática, intermedio (espacio de tiempo durante el cual se interrumpe la representación).

2. m. Baile que se ejecuta en este intermedio.»

Cuando vemos películas clásicas de larga duración o talla épica como Lawrence de Arabia, Ben-Hur o Los diez mandamientos nos encontramos en mitad de la película el «entreacto». Como bien dice la primera definición de la Real Academia Española, es un espacio de tiempo en la cual se interrumpe la representación, en este caso la película. En los entreactos normalmente nos solemos encontrar con el típico telón bajado y música de fondo que inunda a toda la sala para envolver al espectador mientras reflexiona lo ocurrido en la primera mitad. 

En cambio, en la segunda definición que detalla la Real Academia Española, cuesta difícil encontrarlo en alguna película por no decir inexistente….. hasta ahora. Leos Carax estrenaba Holy Motors en 2012. Elegida como Mejor película del año debido a su amplio abanico de elementos que siguen al actor Denis Lavant con cameleónicas transformaciones. Una película no para todos los paladares, ya sea por su enrevesado hilo narrativo o por la complicación de su atmósfera sin saber lo que está ocurriendo realmente. 

Para este humilde servidor, Holy Motors es merecedora de ser el mejor film de aquel año por mostrar realmente el durísimo trabajo de un actor para acoger multiples personalidades dependiendo el papel que vaya a realizar. Cuenta con muchas escenas que parecen sacadas de una obra de arte gracias a la fotografía de Yves Cape y Caroline Champetier bajo las ordenes de Carax. Una de las escenas que más me llama la atención es el entreacto (entr’acte en francés). Denis Lavant toca en un acordeón Let my baby ride de R. L. Burnside y en cada paso o nota que da le van siguiendo personas desconocidas con intrumentos como otro grupo de acordeones, el bajo, la guitarra eléctrica o  baterías. Con esto, cumple la segunda definición de entreacto, un entreacto tan rico, tan apasionante, tan embellecedor que nunca dejarás de verlo.