Festival de Cine Europeo de Sevilla 2015 – Día 5 | La Cabecita

 Quinta jornada del Festival de Cine Europeo de Sevilla donde vimos tres cintas bastante curiosas como Berserker, película sacada por crowdfunding; la primera parte de Las mil y una noches de Miguel Gomes y La novia, en la que Paula Ortiz da su particular reflejo de Bodas de sangre, escrita por Federico García Lorca. 

Berserker

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Financiada mediante crowdfunding, este segundo largometraje del español Pablo Hernando nos pone en la piel de Hugo Vartán, un particular escritor de novelas de misterio que un día descubre a través de un conocido una macabra y jugosa historia que tiene relacionada con una cabeza humana pegada al volante de un coche.

A partir de dicha premisa, arranca un inquietante thriller que funciona sorprendentemente bien mezclando una intriga bien llevada y desarrollada con toques de un particular humor acorde con el personaje protagonista, dando lugar a un tono un tanto desconcertante al principio pero que termina por enganchar más pronto que tarde.

Berserker es una película cuya mayor virtud consiste en la suavidad y elegancia con la que se narra la historia, a través de acertados y estimulantes recursos narrativos que transforman la linealidad del relato en un ejercicio que por momentos recuerda a la Magical Girl de Carlos Vermut. El problema que encuentro en esta película es que veo como tristemente se desaprovechan algunos de los brillantes elementos que presenta pero que no llega a desarrollar, quizás en favor de una posible simplificación narrativa y de cara a una resolución más sencilla. En este sentido, la divertida relación entre Hugo y su compañera de piso –muy bien Ingrid Garcia Jonnson– podría haberse explotado bastante más, ya que finalmente ella queda relegada a un mero “personaje-bisagra” que termina por carecer de trascendencia. Tampoco me termina de convencer un tercer acto en el que baja el ritmo considerablemente y en el que el interés se ve diluido hasta un satisfactorio final que aun así no logra estar a la altura del resto del film.

Mil y una noches: Parte 1, El inquieto

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Comenzamos este compendio de cuentos e historias con el que la trilogía del portugués Miguel Gomes empieza su andadura en el SEFF. Siguiendo a un metafórico prólogo a modo de justificación de lo que está por venir, arranca la primera de las tres historias que conforman este volumen 1, a cada cual más sorprendente y surrealista.

A través de estos tres relatos, y a falta de ver los volúmenes 2 y 3, Gomes compone un inclasificable collage que, a su manera, refleja la situación económica y social de Portugal a raíz de la crisis económica que azota al país en los últimos años. Y el resultado es tan fascinante a ratos como irritante a otros, cuya falta de cohesión narrativa y absurdo sentido del humor puede fácilmente sacar de quicio a los espectadores menos “experimentales”.

En definitiva, siento que realmente no puedo valorar este ‘Volumen 1: El inquieto’ en su justa medida, ya que necesito ver el resto de la Trilogía para intentar comprender mejor lo que el cineasta portugués ha querido decir con su obra.

La novia

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Tras la celebración de la gala RTVA en la que se concedió el premio a la trayectoria cinematográfica al productor Gervasio Iglesias (La isla minima, Grupo 7) y a la actriz Inma Cuesta, comenzaría la proyección de ‘La novia’, protagonizada por ésta última, tras levantar pasiones por los festivales de San Sebastián y Sitges.

De un esteticismo pasional y exacerbado, La novia supone una intensa, bella y desgarradora adaptación de Las bodas de sangre de Lorca, en la que Paula Ortiz, su directora, ha tenido el extraordinario valor de levantar una puesta en escena sencillamente apabullante, que traduce el texto del poeta granadino en uno de los espectáculos más hermosos y sobrecogedores que he visto este año. Y por supuesto, capítulo aparte para esa inolvidable novia que levanta Inma Cuesta, con una interpretación sufrida y entregadísima, que pone los pelos de punta cada vez que alza la voz y atraviesa la pantalla con cada mirada.

Tenía muchas ganas de ver La novia, y finalmente ha sobrepasado todas mis expectativas. Habrá –sé que ya la hay- gente que piense que es una película de un peso estético demasiado entusiasta, pero personalmente no creo que haya otro enfoque posible para una historia que pide a gritos una propuesta valiente y apasionada como esta, que traslada al celuloide todo el arte y folclore presente en la obra de Lorca. Sin duda, una película que dará mucho que hablar en los próximos meses.

Por último, quería destacar un solo pero: la interpretación de Alex Garcia, actor que desafortunadamente me recuerda a Melendi, se me antoja sosa e impasible frente a un relato que a todas luces pedía otra cosa. Espero que el parecido no tenga nada que ver.