La dama de oro – La búsqueda de la justicia | La Cabecita

WOMAN IN GOLD

Los hermanos manostijeras Weinstein son conocidos por muchas aportaciones al mundo del cine, por muchos desastres derivados de su megalomanía y sus ganas de controlarlo todo en las películas que producen y por una gran predilección por los biopics (que curiosamente gozan de inaudito éxito en las galas de premios norteamericanas). Big Eyes, The Imitation Game o Philomena son algunos de los ejemplos más recientes de producciones de estos hermanos tan poderosos y relevantes para la industria.

La dama de oro, producida en parte por ellos, también tiene un aroma totalmente distinguible de producto Weinstein y claro, esto puede ser tan positivo como negativo como muestra la historia del cine. Queda claro que La dama de oro es, pues, una película cuyos riesgos son mínimos a favor de maximizar éxitos económicos y cuya bandera es gustar al mayor grueso de población posible.

Por suerte, y siguiendo el espectro que dejó Philomena (y asumiremos que la influencia de los Hermanos Weinstein no llega tan lejos), La dama de oro consigue algo que no siempre se consigue ni es fácil de alcanzar que es simplemente dejar un poso o un recuerdo muy grato y que perdura con el tiempo.

Siendo sinceros, La dama de oro es simplemente eso: una película que lo juega todo a causar en el espectador emociones gracias a que el tema que trata y como lo trata son una buena causa de ellas. Es la historia de cómo una anciana austriaca interpretada de forma brillante por Helen Mirren decide comenzar un interminable litigio contra su país de origen para recuperar una colección de cuadros que perteneció a su familia. En especial busca uno tremendamente importante, Retrato de Adele Bloch-Bauer de Gustav Klimt. Para poder recuperar tan enorme legado se ayudará de un voluntarioso y joven abogado interpretado por un Ryan Reynolds irreconocible (tan irreconocible que lo mismo no vuelve a hacer algo así) que se aleja de todo lo que ha hecho anteriormente y que prefiero no recordar y cumple con creces con una interpretación muy acorde con la película: muy entrañable.

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Menos inspirados están los apartados técnicos y artísticos que cumplen sin alardes dejando el peso de la película a los dos personajes y su desarrollo (nada abrupto, muy bien construido) a lo largo del metraje. También soporta la otra parte del peso el desarrollo de la película, magníficamente medido que convierte lo que podría ser un dramón apto para los públicos más necesitados de emociones tristes en una suerte de híbrido entre drama judicial y drama histórico que va aumentando progresivamente la tensión del relato y acaba convirtiendo su visionado en algo casi adictivo y nada cansino o reiterativo, incluso a pesar de la repetición de esquemas (escena histórica-escena de juzgado-escena histórica…) con la que transcurre toda la película.

Quizá sea el buen hacer que ha tenido el director, Simon Curtis, a la hora de ensamblar los diferentes aspectos de la película, lo que la diferencia del típico drama  al que sin duda olía la película desde la lejanía. Es una pena (y a la vez entendible viendo quienes producen La dama de oro) no haber arriesgado más, no tanto en el apartado técnico que debe quedar al gusto del equipo técnico como si en las conclusiones que debería aportar o tener una película que trata un tema tan complejo (y manido) como esta. Aún así queda en la memoria esta epopeya de una mujer por recuperar su propiedad contra las injusticias de la burocracia más desesperante.

3_estrellas

Ficha técnica:

Título original: Woman in Gold Director: Simon Curtis Guión: Alexi Kaye Campbell Música: Martin Phipps, Hans Zimmer Fotografía: Ross Emery Reparto: Helen Mirren, Tatiana Maslany, Ryan Reynolds, Charles Dance, Katie Holmes, Antje Traue, Max Irons, Daniel Brühl Distribuidora: DeAPlaneta Fecha de estreno: 10/04/2015