La reconstrucción – Taxi Driver, selfies y desolación | La Cabecita

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La reconstrucción comienza con plano abierto de una carretera, a la derecha, una cruz blanca, en el centro, el coche en el que nos montamos. Un poco más adelante, vemos a la izquierda una mujer gritando y pidiendo auxilio, su coche, volcado y humeante, a su lado. Pasamos de largo. Eduardo no ha dado la vuelta para ayudar.

Esta pequeña introducción servirá a Juan Taratuto para dos cosas: presentarnos al protagonista de la historia de una forma realmente interesante, ¿por qué no se para?, y que una posterior decisión de este  tenga aún más fuerza. No es un capricho de guión, lo necesita pues Eduardo es un hombre apático, irascible y poco hablador. Trabaja en una empresa petrolera, pero poco importa, es una parte más de su rutina. Esta se romperá cuando un antiguo amigo le pida un favor en Ushuaia, al que Eduardo accederá, lo que desconoce es que es el primer paso en su lenta y atropellada recuperación anímica.

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Al final de la quinta temporada de Mad Men, Don Draper somatizará sus problemas psicológicos en un dolor dentario, justo como le pasará a Eduardo. Pero la maravillosa serie de Matthew Weiner no es la única pieza audiovisual que me ha recordado La reconstrucción, Taxi Driver y Drive, también. No, el guión no hace de la camioneta de Eduardo una parte importante de la iconografía de la película, me acordé en el comienzo: mientras que Travis Bickle y El Héroe Sin Nombre de Drive buscarán desesperadamente ayudar a los que tienen más cerca, acercándose al infierno al hacerlo, Eduardo, también con guantes de conducir, no se inmutará ante los gritos de ayuda.

Cuando llegue a casa de su viejo amigo tendrá que relacionarse con la familia de este, quedarse a cargo de una tienda de todo a cien, interactuar con los clientes. Observaremos a Diego Peretti, Eduardo, con gran atención, no porque lo que haga sea especialmente divertido, sino que tras ese comienzo, no podemos dejar de interesarnos por él, por su agenda, por qué come sólo, no tiene luz en su propia casa o más bien por qué no parece que le importe un comino todas estas cosas. De hecho, el abrigo naranja con el que se pasará media película es el elemento más vivo y expresivo de su persona, jugando como opuesto a los nevados de la Patagonia y a la desolación de otros personajes.

Diego Peretti logra que le miremos constantemente, incluso si el plano es compartido, buscando desesperadamente un signo facial de que siente algo, de que hay algo más que vacío en esa alma enmudecida. El argentino consigue que no nos caiga mal, que veamos sus dientes sólo cuando hace una mueca de dolor, que ese rostro impasible sea un misterio que desvelará en un escueto y estupendo monólogo.

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Escueto es una palabra que podría describir a La Reconstrucción, pues se puede aplicar a sus diálogos, al personaje, y al lenguaje narrativo. Esto no es algo negativo, ni mucho menos, pues permite que dos imágenes, en las que participan unas cortinas, que en otra película podrían tacharse de manipuladoras, aquí se elevan como bellas, atrevidas e inolvidables. Incluso se arriesga al mostrar un selfie llena de dolor que en otra película habría resultado cómico o incongruente. A pesar de estar rodada con la cámara al hombro durante la mayor parte del metraje, no se traslada a acciones con gran movimiento ni tensión, buscando una reacción de Eduardo.

La película se permitirá varios momentos cómicos que funcionan perfectamente ya que además de aliviar tanta soledad, provienen de la caracterización de los propios personajes, no son chistes que pertenecen a otra película, son gags orgánicos.

La Reconstrucción es un film en el que una trampa escolar se convierte en una firma de paz, un selfie en un grito que pide unos segundos más y un abrazo en el mayor de los logros.

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Ficha técnica:

Título original: La reconstrucción Director: Juan Taratuto Guión: Juan Taratuto, Diego Peretti Música: Iván Wyszogrod Fotografía: Nico Hardy Reparto: Diego Peretti, Alfredo Casero, Claudia Fontán, Sandra Villani, Jorge Prado, Rafael Solano, Eugenia Aguilar Distribuidora: 39 escalones Fecha de estreno: 23/01/2015