Mike Bassett: England Manager – La fe en uno mismo | La Cabecita

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Inglaterra, el país que creó el fútbol nunca ha tenido demasiada suerte en ese deporte que ellos mismos inventaron. Un solo título mundial en 1966, en el torneo que ellos mismos organizaron y la imposibilidad de repetir un hito similar en casi 50 años han dejado sobre la selección inglesa un aura derrotista. Su hinchada, una de las más feroces del mundo y su prensa, una de las más críticas y agresivas, están ahí cada cuatro años esperando esa vez sí, que Inglaterra vuelva a la élite, que devuelvan la copa dorada a las islas, y cada cuatro años vuelven a casa con la cabeza baja, las manos vacías y con una nueva derrota. Y eso si van, porque Mike Bassett: England Manager, parecía una predicción de la nueva derrota de Inglaterra en el mundial de 2002, dónde llegaron gracias a un empate sorpresivo en la última jornada de Alemania en otro partido y una vez más fueron incapaces de pasar de cuartos de final. Pero este derrotismo no es casualidad, hace un par de Eurocopas ni siquiera fueron capaces de clasificarse. La hinchada, aquejada de derrotismo de siempre, necesitaba un personaje como el de Mike Bassett, que no era más que la perfecta simbología de todo aquello que la selección suponía, la figura del eterno perdedor.

Mike Bassett: England Manager está filmada en forma de mockumentary (falso documental) y nos coloca precisamente en el clasificatorio para aquel mundial de 2002, aunque en esta ocasión trasladado a Brasil (¿podría haber un escenario más futbolero?). El seleccionador nacional acaba de sufrir un infarto y se necesita a alguien para sustituirle a apenas tres partidos del final. La situación es óptima, a Inglaterra le basta con ganar un partido para poder clasificarse para el Mundial. Sin embargo, nadie parece querer tragar con el marrón de dirigir a esa selección perdedora en un mundial. Todo queda en manos de la última opción, Mike Bassett, entrenador del Norwich, un equipo de segunda que acaba de ganar el título. Este Bassett es el tipo menos probable: Más Clemente que Mourinho, con una forma más cercana a la de Iñaki Sáez en vez de la de Guardiola. Un hombre hecho a la antigua y que parece no servir demasiado para el fútbol moderno. Anclado en un viejo sistema 4-4-2 que la prensa critica constantemente. Lo más lejano a un entrenador estrella, todo lo que es Mike Basset se sintetiza cuando al jugador brasileño Ronaldo le preguntan que qué opina de él, y éste responde con un «¿De quién?».

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Posiblemente en la historia del cine ninguna película ha sabido captar todos los puntos que rodean a un equipo deportivo con la certeza que lo hace Mike bassett: England Manager. La película de Steve Barron crea una maravillosa visión poliédrica de la selección inglesa. No cabe duda de que la interna, es la más paródica de todas, digna del clásico cómic europeo, pero que a su vez, se corresponde bastante con la imagen que el aficionado tiene desde fuera de la construcción de un equipo tan perdedor. Mike Bassett es un tipo sin la fuerza suficiente como para imprimir orden en su equipo, los jugadores son incapaces de implicarse con el equipo, como si fueran los primeros que asumen la derrota de antemano (de hecho, lo hacen). Más preocupados por sus continuas locuras, como ese tipo violento que parece un hooligan más, en lugar de un jugador, y que sin embargo no pierde la confianza de un entrenador que lo conoce desde joven, aunque se líe a puñetazos contra un rival en el terreno de juego. O ese delantero que lleva dos años sin marcar un gol, preso de los temores tras un fallo garrafal y al que sin embargo Bassett le ordena tirar un penalti decisivo, porque es sobre todo un hombre de fe. Y al fin y al cabo, Bassett sintetiza todo lo que es un equipo de fútbol sobre sí mismo. No tiene talento, y tampoco tiene talante, es un pelele sin más, es un hombre al que todo el mundo odia, su familia le abandona, los aficionados le insultan, la prensa le pide que se vaya. Nadie cree en Mike Bassett, salvo él mismo, y al final eso es todo lo que cuenta, porque su fe en sí mismo, es lo único capaz de convencer al equipo perdedor en uno ganador.

Pero lo que plantea Mike Bassett: England Manager va mucho más allá. Hemos mencionado ya la importancia de la prensa y la hinchada sobre un equipo como los pross. El poder de la prensa se muestra como decisivo en el devenir de Bassett, desde el anuncio de su contratación éste es criticado, nadie le conoce, nadie le quiere, la prensa le empuja a irse, celebra cada fracaso del míster e incluso después de un bochornoso incidente le dicen claramente que debe irse. Aquí, una vez más, es solamente la figura de Bassett la que puede imponerse ante ellos. El camino de la hinchada resulta mucho más cercano, pasar de la fe al derrotismo, depende, únicamente, si de un gol o no sube al marcador. Uno de los capítulos más divertidos, pero también más cercanos para todos, pues es algo que parece cercano a la conversación de cualquier bar, es cuando tras el primer fracaso de Inglaterra, los aficionados increpan a su seleccionador, dándole órdenes de que equipo es el que debe de poner, sacando ese entrenador que todos tienen dentro. Poco importa que Bassett lo haga bien o mal, que el equipo funcione bien o mal, porque jamás estará poniendo el equipo que la hinchada desea.

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Pero en este maravilloso estudio de que todo lo que es un equipo de fútbol o cualquier equipo deportivo, en el que hay muchos más implicados que los que están dentro, es también una de las sátiras más divertidas del cine reciente. Mike Bassett: England Manager, es sobre todo una comedia divertidísima, absurda y completamente loca. Un sentido del humor esperpéntico, puramente británico, cuya alma va de los Monty Python a obras más recientes como Four lions, pero realmente, lo que destaca en ella es su personaje principal. El personaje al que interpreta de manera fantástica Ricky Tomlinson, que se adapta a la perfección a ese físico caricaturesco que reclama su Bassett, es un personaje definido con precisión milimétrica, que aguarda en su campechana apariencia toda la síntesis del alma que rodea a los pross. Tanto si fracasan una vez más en este nuevo mundial, como si logran una sorpresiva victoria, todo lo que logre esta selección inglesa, estará explicado a la perfección en la figura de este divertido y extraño seleccionador de fútbol llamado Mike Basset.