Non-Stop (Sin escalas) – Secuestraron el avión equivocado | La Cabecita

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Hay cosas que todo el mundo a estas alturas debería saber, por ejemplo, nunca mires a los ojos a  Chuck Norris, o morirás, o que si pones un tanque en la trayectoria de una hostia de Steven Seagal éste se partirá en dos. Pero más importante aún, algo que jamás nadie debe olvidar es que jamás de los jamases, sea cual sea la situación, no te metas con Liam Neeson, porque no dejan de meterse con el pobre hombre, siempre tan torturado y tan triste por culpa de sus errores en el pasado, y encima si os metéis con él, pues tened por seguro que no saldréis vivos de esa situación. Hubo un momento en el que Liam Neeson debió creer que era un gran actor, incluso estuvo nominado al Oscar por La lista de Schindler, que si bien es cierto que es la mejor interpretación de su carrera, tampoco es que fuera algo descomunal, y podía más la magnificencia de la película que su propio papel protagónico. Tras esto Neeson encadenó varios proyectos con pretensiones de ser premiables, que acabaron en desastres tremendos, parecía condenado a ser un secundario recurrente, pero hubo un momento en el que el actor se debió acordar que en su juventud fue campeón de boxeo en su Irlanda natal, charló con Luc Besson, y protagonizó Venganza, de esto hace ya seis años. Desde entonces la carrera de Neeson ha dado un vuelco brutal, empeñado en demostrarnos que él es simplemente «el hombre equivocado», como la reencarnación de un Chuck Norris, más limpio y con mejor percha, se ha acabado convirtiendo a sus más de sesenta años en una de las más grandes estrellas de acción del cine actual. Y no una estrella de acción cualquiera, sino una que se dedica a rodar películas de serie B, de esas tan improbables e inverosímiles como divertidas, y sí, que ganan con su sola presencia.

Trece años han pasado ya de los fatídicos atentados del once de septiembre, parece una losa tan grande sobre la sociedad americana que difícilmente será superada por mucho tiempo que pase, y es desde sus huellas desde su dolor, donde nace este thriller tan aberradamente divertido que es Non-Stop (Sin escalas). Aquí Liam Neeson, ese «hombre equivocado», es un agente aéreo que se verá atrapado en vuelo entre Estados Unidos y Reino Unido en el que hay un criminal a bordo que le amenaza con asesinar a un pasajero cada veinte minutos si no le ingresan una desorbitada cantidad de dinero. El problema de todo esto, es que estos terribles terroristas dan la vuelta a la tortilla y hacen que parezca que el verdadero terrorista es Liam Neeson, claro que el espectador sabe enseguida que Neeson no puede ser malo, porque es «el hombre equivocado», pero ni el resto de los pasajeros, ni los medios de información, ni sus propios jefes creerán tan rápidamente en la inocencia de este hombre que tendrá que luchar para convertirse en héroe, pese a todos los infortunios, y acabar con estos terroristas que realmente lo que planean es una venganza contra la seguridad americana por su mal labor en los ataques del 11 de septiembre.

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Sería demasiado fácil ponerse a buscarle pegas a Non-stop (Sin escalas), peca de un guión ridículo, de una trama absolutamente inverosímil. Realmente todo lo que ocurre que pasa en ella es estúpido, incluso se permiten un error de casting tan grave como el de dar a un actor relativamente conocido un papel irrelevante, con un momento tan evidente al principio de la película, que pronto se disipa cualquier tipo de dudas sobre quién es el villano de la función.  Pero todos estos errores, incluso el último que es sin duda el más grave de todos, realmente carecen de importancia. Porque Non-Stop (Sin escalas) es una de esas películas que nacen con un claro target de publico fijado, que prometen una película entretenida, desprovista de tapujos e inteligencia, realizada únicamente para entregar al espectador una frenética experiencia con la que pasarlo bien, y es eso exactamente lo que da, por lo que sin lugar a dudas podemos decir que es una película buena, y es una película buena porque cumple a la perfección en todos los cometidos que se propone y lo hace con solvencia.

La dirección de Jaume Collet-Serra es de lo más efectivo del mundo, imprime a la película verdadero nervio, se aprovecha de desarrollar la trama en un espacio cerrado, y convierte ese avión en un espacio claustrofóbico en lo que lo único que queda claro es que no existe salida. Se maneja con pulso la tensión, el director sabe de la importancia del reloj en una trama donde los tiempos están tan marcados. Un vuelo de seis horas, un asesinato cada veinte minutos, una bomba que estallará en media hora… El reloj como marca total, como testigo de la tensión provocada, como una lucha férrea del hombre contra el tiempo, de la misma forma que ejecutaba con la misma inteligencia la serie 24, sabemos siempre que el tiempo se acaba, que cada lapso de tiempo es una verdadera final, nos sentimos tan perdidos como Liam Neeson. Porque ese es otro de los mayores aciertos de la película de Collet-Serra, mantener siempre al espectador alerta del «¿cómo?», y es que poco importa que demasiado pronto, aunque la película no lo pretenda, conozcamos el quién, es bastante complicado descifrar la forma de la que está ocurriendo lo que está pasando, porque siempre tenemos la visión desde los ojos del personaje de Neeson, y todo eso acaba convirtiéndose en un juego realmente adictivo.

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¿Y el resto? El resto lo hace Liam Neeson, un hombre borracho, atormentado por su pasado (de la forma más fácil, sí, pero una vez más, poco nos importa la calidad del guión, si no la forma de la que se acaba presentando), que se ve en una encrucijada. El carisma del actor es lo suficientemente grande para llenar la pantalla, y si fuera poco se ve acompañado de Julianne Moore, que tampoco es que ande falta de carisma. Entre los dos podrían llevar cualquier película sobre sus hombros. Es por esto que sí, no cabe duda Non-stop (Sin escalas) es una gran película, una película sobresaliente porque tiene un cometido, nunca se sale de él, y funciona como una máquina de precisión dentro de lo que busca. Cine de evasión, pura evasión, perfecta evasión, que durante algo más de hora y media sólo incita a un disfrute que sin lugar a dudas consigue, con sus defectos, que no nos importan en absoluto, y sobre todo con sus múltiples aciertos. Y es que en el manual del terrorista debería haber un apartado que pusiera claramente: «No meterse con Liam Neeson«, pero nosotros estamos encantados de que se lo salten y no dejen de meterse con este nuevo Chuck Norris del cine de acción, este «hombre equivocado».

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Ficha técnica:

Título original: Non-Stop Director: Jaume Collet-Serra Guión: Christopher Roach, John W. Richardson, Ryan Engle Música: John Ottman Fotografía: Flavio Martínez Labiano Reparto: Liam Neeson, Julianne Moore, Lupita Nyong’o, Michelle Dockery, Anson Mount, Scoot McNairy, Bar Paly, Corey Stoll, Linus Roache, Jon Abrahams Distribuidora: TriPictures Fecha de estreno: 21/03/2014