15 años y un día – Cuando el cine no deja huella | La Cabecita

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Puede que 2013 no haya sido el mejor año para el cine español en cuestión de producciones. Es cierto que hemos gozado de películas muy buenas como cada año, pero da la sensación de que el balance no ha sido del todo positivo para un país en el que el cine (como otras tantas cosas) no goza de muy buena salud y que se encuentra a años luz del nivel de producciones de otros países del Viejo Continente. El hecho de que una película como 15 años y un día ganase, entre otros, el premio a la mejor película en el Festival de Málaga y fuese la elegida por la Academia para representar a España en los próximos premios Oscar parece ser síntoma de que el cine patrio no está en su mejor momento.

Si leemos brevemente la sinopsis de 15 años y un día podemos intuir cual puede ser uno de sus defectos: su poca originalidad.

Un adolescente problemático es expulsado del colegio y su madre, con la intención de enderezarlo, lo envía a vivir una temporada con su abuelo al pueblo costero en el que este vive. Allí nieto y abuelo tendrán que aprender a convivir siendo ambos muy distintos.

Ante esta sinopsis es inevitable pensar de que, casi con total seguridad, nos vamos a encontrar con una película de guión poco original… Y, por desgracia, así sucede.

La sensación principal que deja la cinta de Gracia Querejeta es que ya hemos visto esa película anteriormente, que es una película de tantas. Las historias de adolescentes conflictivos están bastante trilladas, pero aún así hay quienes son capaces de dar un toque fresco y novedoso en este tipo de películas. Cosa que hizo, por ejemplo, Patricia Ferreira en 2012 con Los niños salvajes. Querejeta no lo ha logrado, su película se pierde en la bruma, se llena de tópicos y no consigue dejar ningún poso. No toda la culpa recae en su insípido guión y su dirección (que, aunque es correcta no llega a ser brillante), el elenco de actores tampoco está verdaderamente acertado.

De los tres actores que componen el trío protagonista solo Tito Valverde logra hacer una gran interpretación. El veterano actor abulense es, con diferencia, lo mejor de la película. Por el contrario, ni Maribel Verdú ni el joven Arón  Piper llegan a estar a la altura de Valverde. Verdú parece interpretar con desgana un personaje tan plano como (por momentos) odioso, y Piper no llega a convencer con una actuación sosa y robótica. El resto del reparto, o bien hacen un trabajo correcto, como Belén López, o bien rozan la vergüenza ajena, como el caso de Pau Poch. ¿Por qué el director de casting eligió a Poch, actor barcelonés, para hacer de Nelson, un joven delincuente ecuatoriano? Surrealista se mire por donde se mire.

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El punto de partida de 15 años y un día no está nada mal, pero a medida que pasan los minutos vemos como la película se va llenando de clichés que no hacen otra cosa que convertirlo en una especie de telefilm de sobremesa y ralentizar su ritmo, haciéndose larga y aburrida. Todo ello desembocará en un final que, en lugar de salvar un poco el resultado, hace que se el film hunda más en sí mismo. La sombra de la mediocridad acompaña a la cinta durante casi todo su metraje, así en un momento dado el interés por la historia del joven Jon (Piper) se desvanece y solo nos queda esperar un desenlace que se antoja demasiado lejano. Tampoco ayuda el hecho de que en el tramo final de la película Querejeta quiera dar un toque de intriga tan previsible como innecesario. Da la sensación de que a medida de que avanza el film a la directora madrileña se le va yendo todo de las manos hasta el punto de que no es capaz de rescatar su obra. Querejeta parece querer enseñarnos algún tipo de moraleja con su cuentecillo adolescente, pero el resultado es tan pobre que esa moraleja llega a convertirse en una especie de chiste malo y sin sentido. No es creíble, no convence. La película acaba y la sensación que queda es que 15 años y un día no nos ha aportado absolutamente nada nuevo ni a nivel cinematográfico ni a nivel personal que no hayamos experimentado antes con otras películas. Es una verdadera decepción cuando una película de esta temática no logra dejar ningún tipo de huella en el espectador.

Con todo esto, no resulta extraño que la película de Gracia Querejeta fuese eliminada a las primeras de cambio de la carrera de los Oscar. Lo que sí llama la atención es que fuese elegida para representar a España en los premios con más prestigio en el mundo del cine. ¿Por qué 15 años y un día? Esa es la pregunta que habría que hacer a los responsables, ¿qué vieron en una película tan sosa y olvidable para que representara a España en los Oscar? Quizás el haber sido (aunque muy brevemente) la representante de España es lo que le ha valido para conseguir 7 nominaciones a los próximos premios Goya. Un número exagerado de nominaciones a todas luces.

En resumidas cuentas, podríamos decir que 15 años y un día no llega a ser un verdadero horror, pues tiene alguna que otra cosa buena, pero sí es una película bastante mediocre. El film de Gracia Querejeta no consigue enamorar y es fácilmente olvidable. Un proyecto fallido que se ha alzado con 7 nominaciones a los Goya, 4 premios en el Festival de Málaga y ha gozado del privilegio de representar a su país en la carrera de los Oscar. La mayoría aún no entienden el porqué de estos inmerecidos galardones. Guión insulso y manido, dirección pasable, interpretaciones poco creíbles… Definitivamente no es una buena película.

No sabemos qué resultado obtendrá en los próximos Goya 15 años y un día, pero sería bastante decepcionante que fuese la gran triunfadora de la noche una película tan vulgar después de que arrasara el pasado año un film tan fresco y original como Blancanieves. El próximo 9 de febrero conoceremos la respuesta. 

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Ficha Técnica:

Título original: 15 años y un día Director: Gracia Querejeta Guión: Gracia Querejeta, Santos Mercero Música: Pablo Salinas Fotografía: Juan Carlos Gómez Interpretes: Maribel Verdú, Tito Valverde, Arón Piper, Belén López, Susi Sánchez, Boris Cucalón, Pau Poch, Sfía Mohamed Distribuidora: Universal