The Hunter (El cazador, a falta de traducción oficial) nos cuenta la historia de Martin, un mercenario al que le encargan viajar a Tasmania con la misión de encontrar el que se sospecha que es el último espécimen de un extraño tigre, poseedor de una toxina en su ADN muy valiosa. Para ello se hace pasar por un investigador de diablos de Tasmania y se ve obligado a vivir con Lucy, una mujer que vive con sus dos hijos y cuyo marido lleva desaparecido desde el verano pasado.
El reparto lo encabeza un más que correcto Willem Dafoe. Su personaje se mueve por instinto, es un hombre solitario por naturaleza, y es justamente ahí, en la naturaleza, donde más cómodo se encuentra. En esta aventura le acompañan Sam Neill y Frances O’Connor principalmente, haciendo papeles menores puesto que Dafoe es el absoluto protagonista de la cinta.
Sorprende que una película con este reparto ni siquiera haya llegado a las salas de España, y tras verla puedo decir que es una verdadera pena. Es una pequeña joya que no debería de pasar desapercibida. Entre el thriller y el drama, nos encontramos con un film que es consciente de sí mismo, conoce sus pretensiones y no va más allá de lo que quiere mostrar. La cinta tiene un mensaje ecologista bastante obvio pero no llega a molestar en absoluto. En los créditos finales se puede leer “Traps and snares are illegal in Tasmania” (Las trampas y cepos están prohibidos en Tasmania), para recordarnos la importancia de preservar el hábitat natural. Es de agradecer que se encuentre en un segundo plano, centrándose más en la psicología del protagonista y la trama principal.
Como indico en el título de la crítica, la simbiosis está clara y se puede percibir al poco de comenzar la película. Este thriller necesita de la naturaleza, y viceversa. El uno sin el otro deja a la peli coja, disfuncional, pero los dos elementos juntos consiguen que la peli funcione muy bien. La película está rodada en entornos naturales de Tasmania. Los bosques por los que camina Martin están dotados de ese poder único de la naturaleza; son bellos, pero a la vez peligrosos.
Sin embargo, la película no termina de explicar con claridad cuáles son las motivaciones del protagonista, por qué actúa como actúa, ni qué le lleva a ganarse la vida de esa manera. El film dura poco más de 90 minutos, quizás llegar a las 2 horas hubiera sido más apropiado para aclarar algunas de estas dudas y proporcionar al espectador un poco de background.
Como thriller cumple a la perfección: tiene acción dosificada a lo largo del metraje, un ritmo pausado que va construyendo la atmósfera, y lo que es más importante en este tipo de películas: es muy entretenida de ver. El desenlace es perfecto, sirve para entender mejor el carácter del protagonista, es emotivo y deja buen sabor de boca. La película de Daniel Nettheim es simple, pero efectiva. Tiene mensaje, tiene alma, y aunque no funcione bien en todos sus aspectos, es muy recomendable.
Ficha técnica:
Título original: The Hunter Director: Daniel Nettheim Guión: Alice Addison, Wain Fimeri Música: Andrew Lancaster, Michael Lira, Matteo Zingales Fotografía: Robert Humphreys Interpretes: Willem Dafoe, Sam Neill, Frances O’Connor, Sullivan Stapleton, Dan Wyllie, Callan Mulvey, Jacek Koman, Morgana Davies, Jamie Timony, Dan Spielman