Ismael – Barcelona no está al este de Rusia | La Cabecita

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El nombre de Marcelo Piñeyro empezó a sonar con fuerza en el año 2000 cuando realizó Plata quemada. Algo que le puso en el punto de mira internacional.  Se confirmó cuando dos años después firmó Kamchatka, la que posible sea su mejor película hasta la fecha. Había en ella una vuelta de tuerca a lo que Roberto Benigni había filmado en La vida es bella. Cambiando la segunda guerra mundial por la dictadura militar argentina, uno de los temas más presentes de la filmografía charrúa durante las últimas décadas. Pyñeiro acercaba el punto del visión del conflicto a la mirada de un niño, algo más adulto que el de La vida es bella, aquí, sus padres estaban demasiado ocupados para ocultárselo, y era él el que tenía que tratar de entender que es lo que pasaba, mientras que soñaba con un pequeño rincón al este de Rusia, infranqueable en el juego del Risk llamado Kamchatka. Una visión de la dictadura pasada por una mirada infantil, que sin duda también sirvió de inspiración para la película Infancia Clandestina de Benjamín Ávila. Tras ella, Pyñeiro saltó el charco y rodo en España El método, una película con una puesta en escena muy teatral que adaptaba la obra de Jordi Galcerán y que confirmaba la versatilidad del director argentino.

Pero tras un gran lustro en el que el realizador firmó tres películas fantásticas, pareció desaparecer del mapa. No fue hasta el 2009 cuando volvió a dirigir Las viudas de los jueves, una película que pasó completamente desapercibida. En su vuelta a España para realizar Ismael, parece que el propio realizador tiene la necesidad de mirar hacia atrás en su filmografía, y es que no cabe duda que Ismael es una película que está conectada directamente con Kamchatka, pero los resultados son completamente distintos. Ismael es un niño de color que se escapa de casa para coger el Ave y viajar a Barcelona para conocer a su padre. En su llegada a Barcelona, se topará con su abuela, una mujer que desconocía incluso la existencia del pequeño. Juntos irán a ver su padre, un hombre que vive aislado en una casa junto a la playa, intentando escapar de todos sus errores del pasado. Luchando contra ello dando clases a jóvenes problemáticos, pero las huellas del pasado son demasiado fuertes en él, incluso de manera física, dónde quedo lisiado y vive atado a un bastón por culpa de su cojera.

Lo más interesante de Ismael lo encontramos al principio de la película, la confusión del niño al llegar a la estación de Atocha, y toda la fascinación que produce en él ese viaje en tren, tan peligroso, como necesario, está perfectamente plasmada por Piñeyro e interpretada por el niño Larsson do Amaral. Pero con la aparición de Belén Rueda en pantalla todo se viene abajo, es cierto, que la presentación del personaje resulta excelente, y en un momento el realizador es capaz de hacer una descripción completa de esta mujer. Pero cuando los dos personajes empiezan a interactuar es como si todo se desquebrajase. Por un lado nos encontramos que si Larsson do Amaral estaba genial en pantalla en las primeras escenas, es un actor que no sabe compartir plano con otros. Siempre sobreactuado, completamente perdido, pendiente de la cámara, quizá demasiado entusiasmado por la experiencia del rodaje como para saber camuflarlo. Y lo peor es que este estado se contagia al resto del reparto, la sensación de que Belén Rueda repite constantemente una y otra vez el mismo personaje, empieza a parecer últimamente extenuante. Lejos queda su debut en la gran pantalla de forma portentosa con Mar Adentro, parece demasiado cómoda con lo que hace y no parece dispuesta a arriesgar. Y nos encontramos también con la peor versión de Mario Casas una vez más, justo cuando el actor parecía haber conseguido hacer su carrera con dos buenas interpretaciones como la de La Mula y Las brujas de Zugarramurdi, vuelve, una vez más, a repetir los tics de siempre, a ser incapaz de expresarse, y lo que es peor, a no vocalizar. Algo que parecen querer remediarlo haciendo profesor de una clase de actores que vocalizan aún menos que él.

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Es cierto que Ismael tiene un puñado de buenas ideas que podrían haber hecho de ella una película mejor, como esa falta de comunicación entre padres e hijos, que no es algo que solamente exista entre el personaje de Ismael y de Félix, sino también en el de Félix y su madre. El hecho de ir descubriendo cada una de las pequeñas capas de la historia al ritmo que lo hace el pequeño Ismael, o la forma de la que esquiva caer en la denuncia fácil sobre las complicaciones de los inmigrantes o la gente de color en España, haciendo que la raza de Ismael y la procedencia de la madre de éste, bien situada y casada con un doctor, sea algo anecdótico. Pero el problema es que ninguna de ellas acaba de cuajar en un guión torpe, cuyas líneas de diálogo se sienten forzadas, y que por evitar caer en el melodrama, intenta reducir presión con golpes de humor. Pero Piñeyro no es Alexander Payne, no sabe dar en la tecla, y parece que la película jamás acaba por encontrar su tono, es una comedia sin gracia, es un drama sin fuerza, es una película que se pierde a los ritmos de una banda sonora que no podía ser menos adecuada.

Las ideas, por desgracia, se quedan en el papel, Piñeyro es un director con una magnifica visión composición de la puesta en escena, y finalmente eso, acaba siendo lo único destacable de la película. Un guión torpe que abusa de todos los tópicos posibles, unas malas actuaciones y la sensación de ser una película completamente perdida que nunca sabe cuál es su lugar. E incluso la presencia de subtramas absurdas, como esa tensión sexual que aparece entre unos Sergi López y Belén Rueda, sin ninguna química y ninguna razón para su inclusión, acaban por hundir por completo a una película, que tenía potencial para haber sido mucho mejor. 

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Ficha Técnica:

Título original: Ismael Director: Marcelo Piñeyro Guión: Verónica Fernández, Marcelo Figueras, Marcelo Piñeyro Música: Javier Limón Fotografía: Xavi Giménez Interpretes: Belén Rueda, Mario Casas, Sergi López, Juan Diego Botto, Ella Kweku, Larsson do Amaral, Mikel Iglesias, Gemma Brió, Òscar Foronda Distribuidora: Sony Fecha de estreno: 25/12/2013