Spencer Tracy, el actor de actores. Parte I – Su infancia, Broadway y los años en FOX | La Cabecita

3″Spencer Tracy fue el mejor actor del mundo. No podía entrar en su propia vida, pero podía convertirse en otro, ya fuese juez o asesino, al instante».

Katharine Hepburn

 

¿QUIÉN FUE SPENCER TRACY?

Durante los próximos tres días, en La Cabecita, recorreremos la vida del actor, pero antes de entrar a pasear por su vida, desde su infancia hasta su muerte, siempre viene bien hacer una pequeña presentación. Spencer Tracy (1900 – 1967), fue uno de los grandes actores de la época dorada de Hollywood, ganó dos Oscar (por «Capitanes Intrépidos» y «Forja de Hombres») y una Palma de Oro en el festival de Cannes por su interpretación en Conspiración de Silencio. Pero si algo marcó la carrera de Spencer Tracy fue su unión con Katharine Hepburn, tanto en lo personal, como en lo profesional (juntos rodaron nueve películas).

Tracy era un hombre complicado, ferviente católico, nunca llegó a divorciarse de su primera mujer aunque estuvieron toda la vida separados. Tracy además era muy receloso con algunos asuntos privados, nunca se llegó a conocer su orientación política, ya que decía que los actores no debían dar a conocer su ideología. Aún así, se cree que el actor fue un ferviente conservador hasta que conoció a Katharine Hepburn, dónde se volvió más moderado. Pero esto no está del todo claro, ya que otros han dicho de él que siempre fue demócrata.

Spencer era conocido por su alcoholismo, no era un bebedor habitual, podía pasarse incluso años sin beber, pero tenía continuas recaídas que le podían llevar a pasarse semanas enteras borracho. La adicción al alcohol de Tracy venía provocada por sus inseguridades y su tendencia a la depresión. Hepburn, que se convirtió en la enfermera de Tracy cuando además éste se hizo adicto a los barbitúricos por sus problemas para el sueño, jamás pudo llegar a entender a que se debía la infelicidad de su amado, decía que jamás estuvo en paz, que siempre estaba torturado por algún tipo de culpa y se sentía miserable. El actor llegó a decir que permaneció veinticinco años alcoholizado.

Sus continuos problemas en los rodajes, especialmente en la parte final de su carrera, dónde abandonó mucho de ellos, hicieron generar en Tracy una imagen de rebelde, que ya le acompañaba desde su adolescencia. Pero aún así, consiguió triunfar, primero en el teatro y luego en el cine. No fue, en ningún caso, un camino fácil, pero su perseverancia, su continua obsesión por el éxito y especialmente su talento, fueron los que llevaron a marcar el nombre de Spencer Tracy con grandes letras en la historia de Hollywood. Su rostro afable y su aspecto físico, que siempre le hacían parecer tener más edad de la que realmente tenía, hicieron que Tracy pudiera conectar fácilmente con el público, interpretando siempre a personajes de carácter bondadoso. Aunque hay que decir que en sus primeros años también interpretó papeles de villano. Sabía imprimir su carácter rebelde a todos sus personajes, y siempre demostró tener una gran polivalencia, y funcionaba a la perfección en la comedia, el drama y el cine de acción.

Un actor que para gente como Humphrey Bogart, Clark Gable, James Cagney, John Ford, Garson Kanin o la propia Katharine Hepburn, fue el mejor actor de su generación. Tracy trabajaba duro, se encerraba en su camerino y no paraba de preparar su papel, aunque sin embargo no le gustaba ensayar, ni repetir las tomas, ya que sentía que después de dos o tres tomas, perdería su efectividad.  Pero, aunque amaba su trabajo, siempre menospreció su profesión, en sus propias palabras llegó a decir: «¿Por qué los actores piensan que son importantes? Actuar no es un trabajo importante. La fontanería lo es.» Además siempre fue modesto con su trabajo, nunca creyó tener un gran talento, y años después de su muerte Katharine Hepburn, afirmó que Tracy siempre había deseado haber tenido una profesión diferente.

 

SU INFANCIA Y LA LLEGADA A BROADWAY

Spencer Bonaventure Tracy nació el 5 de Abril de 1900 en Milwaukee. Era el segundo hijo de Caroline y John Edward Tracy, un vendedor de camiones. Su madre era presbiteriana y su padre católico irlandés. Tracy fue un niño hiperactivo y tenía problemas en el colegio. Criado bajo la doctrina católica, a los nueve años le internaron en un colegio de monjas, buscando cambiar su comportamiento. Pero no sirvió de nada, Tracy pasó hasta por seis colegios distintos (algunas fuentes llegan a decir que llegaron a ser incluso quince) de los que era continuamente expulsado por su carácter rebelde, y llegó a plantearse hacerse sacerdote. Antes de eso, al cumplir los dieciocho años, se enroló en un colegio de la Marina en medio de la I Guerra Mundial, aunque no fue mandado a la guerra, consiguió los suficientes créditos de guerra, para que a los 21 años, y tras pasar por otras dos instituciones, consiguiera graduarse. 

Tras esto, Tracy marchó a la universidad de arte de Ripon, Wisconsin. Fue allí, actuando como protagonista en la obra «La Verdad» de Clyde Fitch, cuando descubrió su pasión por el teatro. Junto a sus compañeros formó un grupo teatral, al que llamaron «The Campus Players» y marcharon de gira. Tracy también era miembro del grupo de debate y fue estando de gira con estos, cuando hizo una audición para la academia de arte dramático de Nueva York. Cuando le ofrecieron una beca, no lo dudo ni un momento, hizo las maletas y se marchó de la universidad de Ripon, sin graduarse, para irse a Nueva York en abril de 1922. Allí progresó rápidamente, hacía su debut sobre las tablas en octubre de ese mismo año interpretando a un robot en la obra «R.U.R»., y tan sólo un año después se graduaba en la academia de arte dramático.

Después de graduarse, Tracy fue dando tumbos por los escenarios, esperando que le llegase su gran momento de triunfar en Broadway. Mientras tanto, cuando no actuaba, trabajaba de botones, conserje y vendedor para ganarse la vida. La primera oportunidad le llegó a finales de 1923 con la obra «A Royal Fandango», Tracy tenía un pequeño papel y el protagonista era Ethel Barrymore, pero las malas críticas hicieron que la obra echase el telón tras 25 representaciones. 

Fue en sus primeros años sobre las tablas, cuando conoció a la que sería su mujer durante toda su vida, la actriz Louise Treadwell. Los dos eran miembros de «The Wood Players in White Plains» la primera compañía a la que Tracy se unió cuando se graduó. La pareja se casó el 10 de septiembre de 1923, entre la matinée y la sesión nocturna de la obra en la que ambos actuaban. En junio de 1924 nació John, su primer hijo. A los 10 meses, Louise descubrió que el muchacho era sordo, pero no se atrevió a decírselo a Spencer hasta tres meses después. La noticia le dejó completamente devastado, algo que le marcó durante el resto de su vida. Tracy creía que la sordera de su hijo era un castigo de su Dios a sus propios pecados, y por culpa de ello se fue distanciando de su familia. Aún así, en 1932 tuvieron a su segunda hija, Susie. Joseph L. Mankiewicz siempre dijo que realmente Tracy no dejó a su mujer, si no, que simplemente se acabó apartando de su propia familia por su sentimiento de culpa. 

Tuvo que seguir dando vueltas de escenario en escenario hasta que Broadway le volvió a dar una segunda oportunidad en 1925, dos años después de haber estrenado «A Royal Fandango». Tracy consiguió que un productor de Broadway se fijase en él, y le dio el papel principal en la obra «The Sheepman», pero por desgracia, las críticas de la obra volvieron a ser bastante malas y ni siquiera llegó a pisar la gran manzana, ya que no pasó de la gira de prueba que hicieron por Connecticut.

Tracy seguía soñando con el éxito, dicen que a la tercera va la vencida y en 1926 volvió a tener la oportunidad de trabajar en Broadway. Lo hacía con una obra de George M. Cohan llamada «Yellow«. Tracy estaba nervioso por esta nueva oportunidad, tanto, que si volvía a fracasar se planteaba dejar para siempre las tablas. Por suerte, la obra, sin llegar a ser un gran éxito, funcionó bastante bien y  llegó a las 135 representaciones. Pero el triunfo para Tracy llegó de su unión con Cohan, el escritor quedó tan prendando del talento del actor, que ambos iniciaron una colaboración de varios años.  Cohan escribió su siguiente obra, «The Baby Cyclone», pensando expresamente en Tracy y se convirtió en un rotundo éxito. El actor siguió triunfando por los escenarios de Broadway, y en 1929 coincidió con Clark Gable en el drama «Conflict».

Pero la mala suerte parecía volver a por Spencer, consiguió el papel protagonista en «Dread», una obra escrita por Owen Davis, ganador del Pulitzer, tenía todo de frente para convertirse en el gran éxito de su carrera. La primera función en Brooklyn fue un éxito rotundo de crítica, pero justo al día siguiente llegó la catástrofe, estalló el crack del 29 y la obra nunca llegó a estrenarse en Broadway. Tras esta decepción, el actor estuvo a punto de hacer las maletas y volver a Milwaukee en busca de una vida más estable. Pero por suerte, decidió esperar en busca de una nueva oportunidad, ésta le llegó pronto, con la obra «The Last Mile», dónde el actor consiguió el papel protagonista de un asesino en serie condenado a pena de muerte. Cuando la obra se estrenó en Broadway en Febrero de 1930, fue ovacionada por el público y la prensa llegó a decir de él que era uno de los mejores y más versátiles actores jóvenes. Fue el enorme éxito que Spencer llevaba tiempo buscando y fue representada en 289 funciones.

 

SU LLEGADA A FOX

Con la llegada del cine sonoro, los cazatalentos se fueron a Broadway en busca de actores para sus nuevas películas habladas. Tracy hizo dos audiciones para las que fue rechazado, y aunque trabajó en algún corto, el actor reconoció que no estaba muy interesado en el cine, ya que era feliz sobre el escenario. Uno de esos cazatalentos que estaba buscando nuevas estrellas era John Ford, que asistió a una representación de «The Last Mile». Tras verle actuar en la obra, el director supo enseguida que quería que Spencer fuera el protagonista de su siguiente película, «Up the River». Le costó bastante convencer a los jefes de FOX, pues decían que Tracy no quedaba bien en pantalla, pero finalmente se salió con la suya y Tracy debutó en el cine, a la vez que también lo haría el que fue su amigo durante toda la vida, Humphrey Bogart. Pese a las dudas que les generó el actor en un principio, cuando los directivos de FOX vieron las primeras imágenes de la cinta que estaba rodando Ford, no tardaron en ofrecerle un contrato de larga duración. El actor no lo pensó demasiado, puesto que necesitaba dinero para su hijo John, así que aceptó, y se mudó con toda su familia a California. Tras firmar este contrato, Tracy sólo volvió a aparecer por los escenarios una vez más en toda su vida.

Los primeros años en Fox, fueron bastante duros para Tracy, pese al contrato firmado, no parecían estar del todo seguros con el actor, y participó en multitud de papeles secundarios y películas que pasaron sin pena ni gloria. El actor estaba planteando abandonar a FOX cuando el contrato terminase, pero una subida de sueldo a 1.500 dólares semanales, fue motivo suficiente para quedarse. Parecía que el éxito estaba a punto de llegar, fue cedido a Warner para rodar «Veinte mil años en Sing Sing» de Michael Curtiz junto a Bette Davis, dónde empezaron a llegarle buenas críticas que seguirían con su siguiente trabajo, «Poder y Gloria», una película que había escrito Preston Sturges. Pero de poco valieron las buenas críticas recibidas, FOX seguía metiendo a Tracy en proyectos pequeños y parecía que la carrera de Tracy no iba a ninguna parte.

Esto mermó mucho a Tracy que empezó a darse a la bebida y se ganó la reputación de alcohólico. En 1933, un año después del nacimiento de su hija, decidió separarse de su mujer, ambos siguieron siendo amigos y nunca llegaron a divorciarse. En 1934 tuvo un affair con Loretta Young, con la que trabajó en «Fueros Humanos». Además, ese mismo año, llegó su gran incidente debido a su alcoholismo. El actor no se presentó al rodaje de «María Galante» y fue encontrado en la habitación del hotel completamente inconsciente después de una borrachera de dos semanas. Tras este incidente, Tracy fue retirado de la nómina y se le demandaron 125.000 dólares por retrasar el rodaje. Aunque FOX nunca hizo públicos los motivos de su despido, Tracy siempre mantuvo que FOX le echó por sus incidentes con la bebida.

Por suerte, para Tracy aún había un resquicio de esperanza. MGM había expresado los deseos de hacerse con los servicios del actor. Y ahí sería donde por fin le llegaría el triunfo tal y como veremos mañana.

>> Spencer Tracy, el actor de actores. Parte II – Llega el éxito y llega Katharine
>> Spencer Tracy, el actor de actores. Parte III – Los últimos años y su enfermedad