El Hombre de las Sombras – Pequeños mártires | La Cabecita

Siguiendo los pasos que tomó Alexandre Aja, Pascal Laugier, también inicia sus viajes hacia las Américas sin abandonar el género de terror. Su anterior película, Martyrs, quizá sea el mayor exponente de la ola de “brutal gore” francés que ha reinado en el cine de género galo durante la última década. Aquella, marcada por el impacto visual, totalmente morboso que tenían otras obras de esa misma oleada como Frontière(s) o À l’intérieur, no se quedaba simplemente ahí. Jugaba con un pensamiento perturbador, que trastornaba por completo al espectador por su desolador aspecto realista. Martyrs iba virando durante todo su metraje, cada pequeño giro era más espeluznante que el anterior, ¿hasta qué punto es capaz el ser humano de hacer sufrir a otro sólo por encontrar las respuestas a todo lo que busca? Pocas escenas finales, se quedan grabadas de una forma tan salvaje en la mente del espectador como la mirada perdida de esa joven mártir.

En su nueva película, Laugier vuelve a tirar de la herencia de Martyrs, son muchos los puntos que las unen, y los giros y virajes siguen una dirección bastante similar. El realizador sigue preocupado por el afán de occidente de hacer lo que sea a cualquier precio, lo maquilla con formas de organizaciones secretos, y les da unos tintes que recuerdan bastante al nazismo. El hombre es el verdadero monstruo al final de cada historia. El Hombre de las sombras, nos vuelve a acercar al mito del Boogeyman. En un pequeño pueblo estadounidense, los niños desaparecen continuamente. En medio una madre que perdió hace poco a su marido, y que cuida de su hijo de una manera bastante sobreprotectora. La historia empezará a arrancar, y a girar con medidos y sorprendentes giros de guión cuando el pequeño le sea arrancado de las manos, en una espectacular escena con una grandiosa persecución, en la que Laugier maneja la tensión de una manera fantástica, e imprime, de manera frenética, el desamparo de la madre a la que alejan de lo único que tiene para aferrarse al mundo.

Pero a partir de ese momento resulta harto complicado hablar de El Hombre de las Sombras, porque entonces Laugier quita la figura del Boogeyman de un plumazo, no le interesan los juegos de terror clásicos, si no la maldad humana a la que ya hemos hecho mención, la capacidad del hombre por llegar a dónde sea con tal de conseguir su objetivo, por deleznable que esto sea. Haciendo borrón y cuenta nueva la película da un giro completo de ciento ochenta grados, nada de lo que hemos visto era lo que parecía, lo hace con inteligencia, y es que nunca trata de ser tramposo ni de mostrar algo que no es, si no dando los detalles en su justa medida para que seamos nosotros los que supongamos los hechos, aunque nos equivoquemos, tal y como hacía Aldrich en ¿Qué fue de Baby Jane? Cuando nos mostraba a Crawford conduciendo, pero los datos dados nos llevaban a ver a Bette Davis.

Pero la revelación de la película está en el descubrimiento de una fantástica Jessica Biel, altamente expresiva, sabiendo transmitir todo el dolor y sufrimiento del personaje, en una interpretación de un personaje que la acerca al último acto de Martyrs. Laugier se deja el gore en casa, para realizar un thriller de terror mucho más comedido, pero en el que muestra unas ideas claras, y un buen manejo del desarrollo de la trama a base de continuos y sorpresivos giros en la narración, que hacen complicado hablar de la película sin desvelar ninguna de estas trampas. Una interesante propuesta que nos acerca a un género que cada vez aparece con menor frecuencia por las carteleras españolas.

Título Original: The Tall Man Director: Pascal Laugier Guión: Pascal Laugier Música: Jeff Danna Fotografía: Kamal Derkaoui Interpretes: Jessica Biel, Jodelle Ferland, Stephen McHattie, Jakob Davies, William B. Davis, Samantha Ferris, Katherine Ramdeen, Kyle Harrison Breitkopf Distribuidora: DeaPlaneta Fecha de Estreno: 04/01/2013