Pollo con ciruelas – La compleja sencillez de la música, el amor y la muerte | La Cabecita

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Hoy estoy inspirado. Difícil no estarlo después de ver esta película. Inspiradora. Así que comencemos, comencemos a hablar de está fábula original, curiosa y fantástica titulada de manera sugerente (y apetecible), ‘Pollo con ciruelas’, como el plato favorito del protagonista.

Agónico y melancólico, triste y perdido, con ganas de morir, Nasser Ali, nuestro protagonista, artista soñador que una vez se enamoró de la hija de un relojero, y por una sucesión de hechos que no voy a desvelar, acabo casado con una «cascarrabias» profesora de matemáticas, que a pesar de todo le amaba. Pero este amor no era correspondido.

Sencilla, elegante y mágica. Aires románticos amenizados con la dureza de una historia de amores, rotos, fríos, no correspondidos, bellos e incluso puros pero desafortunados.

Marjane Satrapi ha creado un universo dulce, pero no empalagoso, precioso, muy bello pero en absoluto cursi. Áspero, en algunos momentos pero sin llegar a resultar nada desagradable.

Personajes maravillosamente definidos, explicados sin caer en lo excesivamente exagerado, caricaturizados mediante originales flashbacks y flashforwards en los que Satrapi y Paronnaud (co-director del film) experimentan a sus anchas con todo tipo de técnicas para sorprender y hacernos sonreír.

Nasser Ali, es violinista, ama a su violín, no, ama a lo que su violín representa. Se rompe el violín (rectifico, le rompen el violín) y desaparece así lo que representa. Tras la búsqueda de un nuevo violín que le haga sentir, sin éxito. Nasser Ali decide morir. 8 días tarda. Durante estos ocho días se reencuentra con el placer, el miedo, el aburrimiento, con su madre,una maravillosa Isabella Rosellini, su juventud y charla con Azrael, el ángel de la muerte en una escena divertida y terrorífica a la par.

‘Pollo con ciruelas’ reúne a los mejores actores de Francia y a unos cuantos más de igual calidad. Destaca, Mathieu Almaric sobre todos ellos, carismático y paradójicamente creíble en el papel protagonista. Excepcional, repito, Isabella Rossellini, con un papel pequeño (apenas dos secuencias) pero, creando uno de los mejores personajes de la cinta.

El montaje de esta cinta es diferente a todo. Cambia y se evapora durante los 90 minutos de metraje, cual alma tan fuerte y valiente que se condensa como nubes de humo, se va construyendo como si se tratara de un castillo de naipes que se eleva y se derrumba y se vuelve a elevar, de forma distinta, constantemente creando una atmósfera completamente insólita en el cine.

Y sigue el violín sonando mientras Nasser Ali hace todo por desaparecer con las notas que suenan a desamor.  Debemos destacar la factura técnica impecable, diferente a todas las películas que hemos visto aunque podamos sacar parecidos con ‘Amelié’.

Sincero homenaje a la música, al amor, a Teherán y… ¿por qué no? también a la muerte. Una historia no demasiado ácida pero sí muy inteligente.

«Una historia de amor en Teherán..» cita el cartel español de este peculiar largometraje, una cita que se puede continuar de muchas y diversas formas. Decidan ustedes.

Título Original: Poulet aux prunes Director: Marjane Satrapi, Vicent Paronnaud Guión: Marjane Satrapi, Vicent Paronnaud (Basado en la novela gráfica homónima de M.Satrapi) Fotografía: Cristopher Beaucarne Música: Oliver Bernet Interpretes: Mathieu Almaric, María de Medeiros, Isabella Rosellini, Golshifteh Farahani, Jamel Debbouze, Chiara Mastroiani, Edouard Baer, Eric Caravaca, Fréderic Saurel, Dustin Graf Distribuidora: Golem Films Fecha de Estreno: 03/08/2012