¡Felicidades Robert De Niro! – "Admirable carrera de uno de los más grandes" | La Cabecita

Como he dicho en la entrada cumpleañera también voy a hacer una publicación individual por el cumpleaños de Robert De Niro, quien tal día como hoy hace 68 nació en Nueva York.

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Escribir sobre la filmografía de De Niro puede llegar a ser un suplicio, no por desperdiciar su talento en filmes banales (aunque hay) sino porque lleva desde 1968 trabajando incansablemente, probablemente sea de las carreras más extensas y de mayor calidad que una servidora ha visto, no es razón para quejarnos ya que gracias a trabajar tan duramente Robert ha conseguido convertirse en uno de los mejores actores de la historia del cine. Quizá en los últimos años se ha desviado aceptando papeles insustanciales pero somos capaces de perdonarle, es algo que siempre ocurre, incluso a los más grandes, porque ante todo son personas y se equivocan.

Brian De Palma es el director del día, antes hablé de que él catapultó a lo más alto a Sean Penn, con Robert De Niro hizo algo similar, el actor entró en Hollywood con dos filmes seguidos del director, Saludos (1968) y The Wedding Party (1969), películas que aún así sólo significaron un comienzo porque su calidad es cuestionable. Con Hola, mamá (1970) la cosa empezó a cambiar, De Palma se hacía importante en Los Ángeles y De Niro seguía ligado al director. A pesar del valiente intento no fue hasta que Martin Scorsese se interesó por Robert en 1973, cuando éste maduró interpretativamente, Malas calles le abrió muchos puertas. Por eso Francis Ford Coppola, tras rechazarle para El padrino, le fichó para El padrino. Parte II. Era el papel que necesitaba, el personaje que dejaría a la crítica y al público a sus pies, y por ella consiguió su primer Oscar como Mejor Actor de reparto, y siguió triunfando proyecto tras proyecto después de ese filme mafioso.

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Scorsese pronto quedó prendado de aquel chico joven que le sorprendió en Malas calles, y así llegó Taxi Driver, una de las películas más memorables del mítico director y la que para muchos es la mejor interpretación de un De Niro soberbio. Esta película de culto dio una visión de Nueva York muy distinta a la que siempre se nos hace creer, todo a través de los ojos de un taxista un poco desequilibrado que se toma la justicia por su mano. Un filme poderoso e inolvidable que reafirmaba la merece reputación que Robert se estaba ganando en este mundillo, gracias a ella consiguió su primera nominación al Oscar como Mejor Actor. Verle en la gran pantalla se había convertido en pura magia para los cinéfilos. Y Scorsese siguió, si la cosa va bien, ¿por qué cambiar? New York, New York supuso la incursión de De Niro en el drama musical y lo cierto es que seguía tan magistral como siempre. 

Sin descanso alguno en 1978 De Niro interpretó a uno de sus personajes más emblemáticos en El cazador, una película basada en la guerra de Vietnam que le dio su tercera nominación al Oscar. La cosa no terminaba ahí porque Scorsese tenía más para Robert, esta vez le convirtió en un boxeador en Toro salvaje, un trabajo que volvería a pasar a la historia por una sublime interpretación de un De Niro en estado de gracia. Primer Oscar como Mejor Actor y segundo galardón en su carrera. En tan poco tiempo sólo un genio podía hacer algo así. Poco descansó el actor porque pronto se encontró con El rey de la comedia y con Sergio Leone y Érase una vez en América, películas que afirmaban con más intensidad que el actor sería un icono del cine para siempre. Enamorarse, Brazil, La misión o Los intocables de Eliot Ness fueron otros de sus maravillosos proyectos en los que trabajó con Terry Gilliam y Brian De Palma (esta vez con mejores resultados). 

Y Scorsese no se cansaba, y De Niro tampoco, ni del director ni de las películas de mafia, y damos gracias por ello ya que esa nueva unión dio lugar a Uno de los nuestros (Goodfellas), considerada por muchos la película más cercana a la calidad de El padrino, y aunque duela Joe Pesci en está película está insuperable.

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Su primer trabajo como director llegó en 1993, con él como protagonista. Aquí demostró que su destreza en el mundo del cine iba más allá de la pura interpretación, Una historia del Bronx gustó, y mucho. Heat (Michael Mann) y Casino (Martin Scorsese) llegaron en 1995 y De Niro mantuvo el listón muy alto. Tras Jackie Brown con Quentin Tarantino y Ronin con John Frankenheimer, De Niro se tomó un merecido descanso, participó en películas más humildes pero en las que seguía demostrando que si estaba él era casi seguro que la película iría bien. Sabíamos que Robert era un actor muy versátil, pero en el 2000 nos sorprendió a todos estrenando Los padres de ella, una comedia romántica que le dio una grandísima reputación entre las amantes del cine más comercial, ahora sí, todo el mundo conocía y admiraba a Robert De Niro, era imposible no hacerlo. Su papel en este filme fue icónico, se recordará siempre en este género, pocos suegros habrá como él.

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En la última década De Niro no ha conseguido que saltemos de los asientos por sus interpretaciones, ni Stone vale la pena, ni Algo pasa en Hollywood y mucho menos El enviado o El puente de San Luis Rey, pero después de habernos hecho disfrutar en tantísimas ocasiones tampoco podemos decir que su carrera haya terminado. Estos actores y actrices, los que convirtieron el cine más “moderno” en arte, merecen reconocimiento siempre, porque han hecho por la industria más que nadie y nos regalaron y seguirán regalando años de trabajo y buen cine. La carrera de De Niro lo afirma, es uno de los mejores, y lo será siempre. Desde La Cabecita me confieso fan absoluta de este hombre. ¡Felicidades maestro!

PD: Si alguien se lo pregunta, 8 veces han estado juntos Robert De Niro y Martin Scorsese, y todas peliculones. La novena viene en camino.