Adelanto que probablemente esta sea la penúltima entrega del especial de Tom, posiblemente termine mañana repasando sus últimas películas. Ayer lo dejé con una de mis películas preferidas y otra grandiosa interpretación de Hanks: Forrest Gump. Hoy parto de 1995 con otro filme bastante bueno aunque no al nivel de la de Zemeckis.
La segunda película del equipo Howard-Hanks fue una aventura espacial que recreó la tragedia que pudo haber acabado con el Apolo XIII. Peca de previsible pero el espectáculo visual está asegurado. Además, Ron Howard fue capaz de juntar en un reparto a gente como Tom Hanks, Ed Harris, Kevin Bacon y Gary Sinise, una maravilla al alcance de muy pocos. Lo cierto es que Hanks brillaba, el drama se había apoderado de él y los fans dábamos gracias por ello. Una película que no pasa del mero entretenimiento pero que al menos es honesta y cumple con su cometido. Vale la pena por sus protagonistas y unos efectos de sonido inigualables. 9 nominaciones a los Oscars (¿demasiadas?) para alzarse con dos estatuillas.
Era tiempo de probar otras cosas dentro del cine, por eso Tom se pasó a la dirección. The Wonders supuso su debut detrás de las cámaras, además el guión corría a su cargo y también formaba parte del reparto. Un musical con buena crítica que no fue un éxito desmesurado pero que nos sirvió para conocer otra faceta de Hanks, bien escrita y estructurada, la prueba había sido superada con creces. Echasen lo que le echasen, Tom Hanks podía con todo. Si en el ‘95 Tom repitió con Howard en 1998 fue Nora Ephron quien lo hizo, repitiendo en Tienes un e-mail pareja protagonista: Tom Hanks y Meg Ryan, era la tercera vez que el californiano y la actriz compartían protagonismo en un filme (primero fue Joe contra el volcán, después Algo para recordar y ahora Tienes un e-mail). Lo cierto es que la calidad del filme no era muy notable, un remake modernizado del clásico El bazar de las sorpresas, con James Stewart y Margaret Sullavan que salió francamente mal, Tom volvía a la comedia romántica aunque no con buenos resultados. Afortunadamente ese mismo año (1998) llegó una de las mejores películas bélicas de la historia.
Steven Spielberg se lo tomó muy en serio, quedó prendado de Tom Hanks al verlo recoger el Oscar por Philadelphia, como cualquier otro director veía potencial en él y por eso en Salvar al soldado Ryan fue el elegido por el maestro de Ohio. Considerada por muchos el mejor comienzo de película de la historia del cine (estoy de acuerdo), Salvar al soldado Ryan se convirtió en un éxito incuestionable allá por 1998 y aún hoy deja sin palabras a cualquiera que la vea. Realista, violenta y conmovedora, Spielberg hizo todo lo que un director debe hacer para convertir una película en masterpiece. La química entre todos los protagonista se hace notar desde el primer minuto, con un Tom Hanks en el papel de su vida donde está perfecto de principio a fin. No podíamos pedir más, todo en esta película era perfecto, tres horas de espectáculo que nos dejó escenas inolvidables (la búsqueda de chapas). Aquí ya no sirve apoyarse sólo en la majestuosidad de Hanks, Salvar al soldado Ryan es un cúmulo de virtudes que la convierten en lo que es, cine en mayúsculas.
La cosa no había hecho más que comenzar, a partir del filme de Spielberg, Hanks encadenó una serie de proyectos espectaculares. El siguiente fue un drama carcelario basado en una novela de Stephen King, La milla verde consiguió emocionar a prácticamente todo el público que la vio, detractores o no del género, era imposible hablar mal de esta obra que salió del genio de Frank Darabont. Se la ha acusado de ser excesivamente pretenciosa, absurda incluso, pero señores, es una película que trata de milagros, no se puede esperar realismo en cada giro de cámara. De cualquier modo observando a Hanks hasta lo más disparatado cobra un sentido y una belleza extraordinaria. Destacar también el magnífico reparto, con un Michael Clarke Duncan espectacular (nominación al Oscar), además de contar con la presencia de David Morse y Sam Rockwell. Brillante.
Al año siguiente, para comenzar la década a lo grande, Robert Zemeckis tenía otra de sus sorpresas preparadas. Si en Forrest Gump nos dejó atónitos esta vez nos trasladaba a una isla desierta en Náufrago. No, no se la puede comparar con la historia de Forrest pero lo cierto es que este hombre nunca nos ofrece nada malo. Este drama aventurero contaba la historia de Chuck Noland, un hombre que tras un accidente queda atrapado y completamente solo en una isla. La película avanza de manera magistral, nos hace anhelar la compañía y el amor. Náufrago consiguió que por unas horas una pelota fuese no sólo la mejor amiga de un Hanks soberbio sino también la nuestra. Una película dura desde el punto de vista técnico e interpretativo, a mitad de rodaje tuvieron que hacer un parón de 14 meses para conseguir la situación que necesitaban, Tom adelgazó entre 18 y 20 kilos y algunas escenas (como cuando el bote está apunto de hundirse por la tormenta) fueron realmente difíciles de grabar en el set. Aún así se logró crear un largometraje muy entretenido en la que Tom Hanks volvía a demostrar lo de siempre, con nominación al Oscar incluida. Maravillosa historia contada a la perfección.
Aquí termina la tercera parte del especial. Esta ha sido la más larga hasta el momento pero ha tocado hablar de películas realmente buenas y vale la pena extenderse en estos casos. Mañana continuo con la recta final de la carrera de Tom, hasta entonces, muchísimas gracias por todas las visitas que estáis dando al especial, para mí es muy importante y sois los que hacéis posible que siga por aquí.