Arizona Baby – Road movie indispensable de unos Coen soberbios | La Cabecita

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Los hermanos Coen se estrenaron en el mundo del cine a lo grande. Con Joel al mando de la dirección y participando en el guión junto con Ethan, nos llegó en 1984 Sangre fácil. Una película de culto que hizo las delicias de todos los espectadores. Sabíamos que en el futuro estos hermanos darían mucho espectáculo en la gran pantalla, con ellos algo había cambiado en Hollywood. Crearon un estilo, el de los Hermanos Coen.

Arizona Baby se estrenó en 1987 con ese toque de comedia negra que tanto gustaba en los 80. Fue la primera road movie de un Nicolas Cage que con los años deslumbraría en este mismo subgénero con Corazón Salvaje o Red Rock West, y también la primera incursión de los Coen en un estilo que no triunfa desorbitadamente en taquilla pero que deja a la crítica más que satisfecha. Ellos ya tenían muy claro lo que querían hacer con una cámara y un guión.

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Arizona Baby nos cuenta la historia de H.I. (Nicolas Cage) y su esposa Edwina (Holly Hunter), quienes no pueden tener hijos por problemas de esterilidad. Es entonces cuando ven por la televisión que un ricachón de la cuidad ha tenido quintillizos. ¿La solución? Robar a uno de sus hijos. A partir de aquí comienza una historia de amor, desesperación, ambición y mucho humor con la que el entretenimiento está asegurado durante los 93 minutos de metraje.

El principal acierto de Arizona Baby es que se dotó de una personalidad muy peculiar a cada uno de sus personajes. John Goodman (incondicional de los hermanos Coen -ha participado en 6 películas suyas-) da ese toque enloquecido a un filme increíblemente tierno que consigue a través de gestos inocentes sumergirse en el espectador. Nicolas Cage y Holly Hunter, sublimes en sus interpretaciones, demostraron su buena química en este largometraje que de nada carece. Con una estética simple, diálogos ingeniosos y sobre todo, un reparto formidable, pronto nos olvidamos de los escasísimos fallos que hay y se convierte, casi sin darnos cuenta, en una película esencial para los cinéfilos y disfrutable por todos.