Buried (Enterrado) – Thriller apasionante que llena desde el primer minuto | La Cabecita
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Hemos visto muchas películas de intriga e infinidad de thrillers que nos han llegado a entusiasmar, pero Buried consigue sorprender con un terror psicológico que nunca antes habíamos experimentado, la obra de Rodrigo Cortés nos recuerda a diferentes ámbitos que van desde el cine a la televisión pasando incluso por la literatura, tales como la genialidad de Alfred Hitchcock o el talento de Stephen King para crear esa siniestralidad que tanto le caracteriza.
 
Es un guión complicado, se ha pasado una temporada en la “Lista negra” de Hollywood por ser un proyecto imposible, hasta que llegó el español Rodrigo Cortés y se planteó la historia. Vio futuro a una película que todos los demás directores no se habían atrevido a leer por miedo al fracaso. Y con una sencillez apabullante consiguió lo que quería: “Quiero que el espectador salga del cine con el culo pegado. Que respiren hondo para saber que siguen vivos” declaró Cortés. Según el director, Hitchcock le ha servido de inspiración para este filme, por ello una vez más tenemos que dar gracias al padre del suspense. Nos puede recordar a La cabina a Kill Bill Vol. 2 o series tan reconocidas como CSI: Las Vegas (5×24) o Perdidos (3×14) pero Buried tiene su personalidad, es parecida pero diferente a todo lo demás.
 
Todo el peso de la película recaía en la calidad interpretativa de un joven pero prometedor Ryan Reynolds, según afirma ha sido uno de los peores rodajes de su vida, confesó después de terminar este complicado largometraje que no se volverá a quejar en un plató. Y eso que al principio consideraba que sería pan comido. Pero es que Buried es demasiado simple para ser real, contar la historia de un conductor de camiones en Irak que se despierta metido en un ataúd, tiene que tener truco.
 
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Sinceramente, a penas llevaba diez minutos de filme cuando pasó por mi cabeza la idea de quitarla, es evidente que no es una película para gente con problemas de ansiedad, quise darle al pause, y si con tan solo diez minutos un Ryan Reynolds soberbio había conseguido crear en mí esa sensación, no me imaginaba qué ocurriría cuando llevase cincuenta. El comienzo es brutal, te planteas la idea de que alguna vez la cámara pueda marcharse del ataúd y contar por qué está en esa situación el protagonista, pero no, tan sólo una caja, cuatro paredes en las que estaríamos enterrados durante 90 minutos. Con un mechero, un móvil, alcohol y unas cuantas luces nos quedamos allí. A pesar de que su argumento puede parecer lento y aburrido en ningún momento la película se hace pesada, al contrario, se me hizo incluso rápida, siempre acompañada de la expectación que produce averiguar cuál será el próximo acto de la víctima, Paul Conroy. El final es una auténtica obra maestra que la hace más perfecta si cabe. Emotiva, intensa e increíblemente realista, Buried consigue todo sus propósitos, dejando al espectador más que satisfecho con una ejecución espectacular. El cine español está de celebración, con toque americano pero con sabor europeo, nosotros también podemos presumir de tener directores arriesgados capaces de sorprender a cualquiera.
 
Quizá el único punto negativo de la película sea el elevado presupuesto empleado (teniendo en cuenta el material y el escenario que se utilizó). Cifra que casi alcanza los dos millones, la recaudación lo ha suplido sin dificultad alguna, pero es un filme que se podría haber hecho con mucho menos, aún así: Bravísimo.